Desde 2011, año del inicio del conflicto en Siria, casi 12 mil niños murieron o resultaron heridos. Es decir, un niño cada 8 horas en los últimos 10 años. Muy pocos son los lugares seguros para los niños en Siria. El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, lo recordó en su discurso del pasado 12 de marzo en la rueda de prensa en el Palacio de las Naciones de Ginebra. Preocupa la situación en el noroeste del país.
15 de marzo 2021.- El representante de Unicef en Siria habló el pasado 12 de marzo sobre cuatro frentes principales que siguen afectando a los niños en Siria, a diez años del inicio del conflicto. En primer lugar, se refirió a la triple crisis causada por el conflicto permanente, la recesión económica y la pandemia de COVID-19, que en el último año ha exacerbado aún más la situación para los niños: con el aumento de la cesta básica de alimentos de un 236% se visualizan los mecanismos de respuesta negativos, con un aumento del matrimonio infantil, con más niños que tienen que trabajar, algunos de ellos de tan sólo 7 años.
En segundo lugar, Bo Viktor Nylund recordó también que “millones de niños en Siria” sólo conocen la guerra: casi 5 millones nacieron dentro del país desde 2011, y un millón más nació como refugiado en los países vecinos. “Estos niños no han conocido nada más que la muerte, el desplazamiento y la destrucción”. Tercero, los niños “siguen siendo asesinados y mutilados”: los números verificados por un estricto proceso de las Naciones Unidas, demuestran que desde 2011 casi 12.000 niños murieron o resultaron heridos en el país, es decir, un niño cada 8 horas, durante los últimos 10 años, mientras que casi 5.700 fueron reclutados para el combate. Según Nylund, se trata de cifras que probablemente “sean mucho mayores”.
Por último, no es sólo el presente de los niños en Siria, sino el futuro, lo que preocupa: “la educación solía ser el orgullo de Siria, con tasas de matrícula superiores al 97% antes de la crisis, pero el país ahora hace frente a una de las mayores crisis educativas de su historia reciente» señaló. «Casi 3,5 millones de niños sirios no van a la escuela, de los cuales el 40% son niñas”. “Una de cada tres escuelas dentro de Siria ya no se puede utilizar porque fueron destruidas, dañadas, albergan a familias desplazadas o se utilizan con fines militares. Muchas de las escuelas también están infestadas de minas”: todo esto pone en evidencia la falta de una oportunidad para volver a cierto nivel de normalidad a través de la educación.
En el noroeste del país continúan el conflicto y la violencia: allí, el año pasado se registraron el 75% de las víctimas infantiles, junto con nueve de cada diez ataques contra escuelas y donde siete de cada diez niños fueron reclutados y usados en el conflicto.
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo, en 190 países y territorios.