El Hospital Universitario Infanta Leonor, dentro de las celebraciones por su décimo aniversario, ha reconocido la labor de los voluntarios de Cáritas Vicaría IV de Madrid que atienden y escuchan a los pacientes en el centro
Entró aquel día en el hospital porque se había caído trabajando. Era autónomo y se dedicaba a colgar publicidad en los grandes paneles en los que antiguamente se anunciaban las marcas y que se encontraban situados al borde de las carreteras. A pesar de que su mujer no trabajaba, esta labor permitía vivir acomodadamente a la familia. Al caerse se rompió el tendón de Aquiles, y por diversas complicaciones tuvo que pasar hasta cinco meses en el Hospital Infanta Leonor. Al ser autónomo y encontrarse en el hospital, los ingresos dejaron de entrar en casa. Sin dinero, un día su mujer se presentó muy enfadada en el centro hospitalario y empezó a echarle la bronca; de vuelta a casa, cogió a los hijos de ambos –de 14 y 18 años– y se fue de casa para siempre. Al verse abandonado, sin sus hijos y sin dinero, entró en una depresión profunda y «nosotras íbamos a visitarle muy asiduamente», explica Leonor Rodríguez, jubilada y voluntaria de Cáritas Madrid Vicaría IV en el Hospital Infanta Leonor y Virgen de la Torre. «Le cortábamos el pelo, le dábamos una vuelta por los vestíbulos, le invitábamos a una coca cola… También conseguimos que le cambiaran de habitación para simular que se había ido a casa, se había aireado un tiempo y había vuelto al hospital».
De los ocho años que Rodríguez lleva de voluntaria en el centro hospitalario éste es el caso que más le ha impactado. Pero su día a día en el Hospital Infanta Leonor y en el de Virgen de la Torre, que el grupo de voluntarios de Cáritas Madrid visita los martes, miércoles y jueves, está plagado de historias trágicas que «nosotros tratamos de consolar. Visitamos a los enfermos, les escuchamos. También los familiares se desahogan con nosotros». Asimismo, los voluntarios «atendemos las máquinas donde se sacan las consultas externas para los especialistas. Hay mucha gente que no sabe leer, o que es invidente, y les sacamos la cita e incluso les acompañamos hasta la misma puerta de la consulta. Si lo necesitan, también nos quedamos con ellos hasta que les llega su turno para ser atendidos».
Por esta labor, el Hospital Universitario Infanta Leonor, dentro de las celebraciones por su décimo aniversario, ha reconocido con un premio la labor de los voluntarios de Cáritas Vicaría IV de Madrid que acompañan a los pacientes en el centro hospitalario. El premio lo entregó este miércoles la directora gerente del hospital, que también reconoció el trabajo de los voluntarios de la Asociación Española contra el cáncer.
Los voluntarios de Cáritas Vicaría IV empezaron su colaboración en el centro hace ocho años, tan solo dos años después de que abriera el Hospital. «Vinieron desde Cáritas Madrid a la parroquia de la Misericordia pidiendo voluntarios. Yo estaba impartiendo clases en el aula de cultura, cosa que todavía sigo haciendo, y me apunté», explica Leonor Rodríguez. Ella fue la primera voluntaria. Desde entonces, desarrollan, como la define Rodríguez, una «labor dura, pero muy bonita y que te deja con una satisfacción muy grande». Actualmente, el grupo lo forman 20 voluntarios.
José Calderero de Aldecoa @jcalderero
Imagen: Voluntarios de Cáritas Madrid en el Hospital Infanta Leonor