Ahí le tienen, bamboleándose, orondo y satisfecho, entre su orgía de mentiras y desmanes. Con el pelo que anuncia el paso del tiempo en forma de canas, pero impertérrito, impasible el ademán. Tiene tal concepto de sí mismo que la piel le ha crecido cinco centímetros y no se besa porque no se llega. Hace unos días, un colega europeo acreditado en Madrid para seguir los avatares de la vida española, preguntaba de qué presume Sánchez cuando el país que desgobierna ya tenía que haber recurrido al rescate ante el descuadre de las cuentas públicas, y la incapacidad nacional por rellenar los agujeros que a diario se agrandan.
Presume de todo. Pero, lo dijo él mismo, especialmente de haber vencido a tres cadáveres que llevaban muertos y enterrados la intemerata. Por eso cree que va a pasar a la historia. Se lo dijo un día Felipe González entre brutal cachondeo y sorna: hubiera pasado mejor y con más galones a la historia si se hubiera enfrentado y vencido en vida del dictador.
También podría presumir Sánchez de haber esquilmado a las clases medias, próximas a desaparecer. Por supuesto, de prometer hasta meter. De tratar de acabar con cualquier resquicio de aire limpio, de buscar la liquidación del adversario –él entiende que es enemigo- utilizando los resortes del Estado que no le corresponden. De ponerse estupendo en el asunto de Doñana cuando el único sátrapa que habita aquellas habitaciones y agota sus acuíferos es precisamente él.
No. De lo que presume, oigan, es de haber vencido a dos generales, Franco y Queipo, muertos hace muchas décadas, y a un civil, José Antonio, desaparecido hace más de tres cuartos de siglo. Por cierto, asesinado bajo el Gobierno del fanático Francisco Largo Caballero, al que Sánchez le gustaría parecerse, según sus propias confesiones. ¡Valiente! ¡Gran caudillo Sánchez!
P. D.: Ante tanta presunción como triunfalismo hay noticias mundiales que ponen sobre la lona al pretencioso. Embajadas y centros españoles esparcidos por el mundo no pagan el alquiler. Y organismos internacionales alertan de la «insolvencia técnica» del Estado español. Han situado a España al nivel okupa.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario
Domingo 30 de abril 2023