Sí reducirá su ritmo de trabajo y sus apariciones públicas
El Papa renunciará un año más a pasar los meses de julio y agosto en la villa pontificia de Castel Gandolfo, un palacio fortificado del siglo XVII, a orillas del Lago Albano. De hecho, el complejo –situado a unos 40 kilómetros de la capital italiana– fue transformado en un museo para los turistas, aunque solo están abiertas al público unas cuantas salas que albergan vitrinas con los ornamentos litúrgicos pertenecientes a anteriores pontífices, así como sus retratos.
Francisco, sin embargo, permanecerá en la habitación 201 del segundo piso de Casa Santa Marta, donde reside habitualmente, trabajando, aunque con un ritmo más pausado como ha hecho todos los veranos anteriores desde que fue elegido Pontífice. A sus 81 años, Jorge Mario Bergoglio conserva algunas de las costumbres de cuando era cardenal en Buenos Aires y no hará las maletas para irse a descansar –como sí hacían sus predecesores– sino que solo reducirá la carga de su agenda.
Él mismo explicó a los periodistas en el vuelo papal de regreso a su viaje a Corea del Sur hace dos años las razones de esta decisión: «La última vez que tomé vacaciones fuera de casa fue en 1975… Desde entonces las tomo –¡de verdad!– en mi hábitat. Cambio de ritmo, duermo algo más, leo cosas que me reposan, escucho algo de música, rezo más… Y todo eso me descansa», relató.
Reducción de actos públicos
Y aunque el Vaticano aún no lo ha anunciado de forma oficial, el Papa cancelará las audiencias generales públicas de los miércoles, que se retomarán en agosto en el Aula Pablo VI, y no en la plaza de San Pedro, para evitar el calor de Roma. También suspenderá durante el mes de julio las visitas oficiales de jefes de Estado y de Gobierno y la Misa que cada día a primera hora de la mañana celebra en la capilla de la Casa Santa Marta.
Su única cita pública será el ángelus, que continuará rezando asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico del Vaticano. Este año, además, ha convocado para el sábado 7 de julio un día de reflexión y oración por la paz en el Oriente Próximo, con líderes cristianos de la provincia de Bari (Puglia) situada en el sur de Italia. En esta ciudad se conservan las reliquias de San Nicolás, obispo de Myre, reconocidas por los fieles de diferentes iglesias y denominaciones cristianas como defensores de los más débiles y perseguidos.
Como parte de su agenda rutinaria, Francisco se levanta a las 4:00 de la mañana para rezar y antes de acostarse, suele dedicarse a la revisión y corrección de documentos y a responder algunas cartas.
A Irlanda a finales de agosto
El Pontífice reducirá sus apariciones en público, pero seguirá trabajando en la redacción de documentos y discursos para el resto del año.
Precisamente, en agosto deberá hacer frente a una cita importante. Los días 25 y 26 el Papa estará en Dublín (Irlanda) donde participará en el IX Encuentro Mundial de las Familias.
El viaje de Francisco a Irlanda, para el que ya se han agotado las 45.000 entradas gratuitas puestas en circulación, se produce 39 años después de la visita de Juan Pablo II a este país, la primera y única de un Pontífice hasta ahora.
Alfa y Omega/Europa press
(Foto: CNS)