El Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, dedica su reflexión a las poblaciones del sur de Ucrania que bajo el yugo ruso son víctimas de asesinatos, saqueos, violaciones, crímenes contra la humanidad, una catástrofe humanitaria.
20 de marzo 2022.- “La gente pacífica protesta contra las autoridades de la ocupación. La gente protesta contra sus violadores y asesinos”, afirma monseñor Sviatoslav Shevchuk, Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana en su cotidiana reflexión, esta vez dedicada a las poblaciones del sur, sometidas a las fuerzas de ocupación rusa. El prelado ucraniano recuerda, este 21 de marzo, que Ucrania está viviendo el 26º día de esta “injusta, de esta horrible guerra que Rusia libra contra el pacífico pueblo ucraniano, contra nuestro Estado” y da gracias a Dios por poder ver un nuevo día.
Un día más de luz..
“Hemos sobrevivido a esta noche gracias a Dios. Dios Nuestro Señor nos ha dado la luz del día. Pero esta noche se volvió a derramar sangre en Ucrania. De nuevo nuestras ciudades y pueblos fueron sacudidos por los bombardeos. De nuevo los gritos, los llantos, los lamentos resonaron desde la tierra ucraniana hasta el Cielo, hasta los oídos de Dios”, cuenta monseñor Shevchuk.
La situación de Mariúpol tomada por las tropas rusas es la preocupación central de su mensaje calificándola de “un verdadero genocidio” y no sólo se trata de muertes bajo las armas del enemigo sino por la violencia y el hambre.
“En los territorios temporalmente ocupados se están cometiendo verdaderos crímenes contra la humanidad. Todos los días recibimos noticias de una verdadera catástrofe humanitaria. Se da lugar a asesinatos, saqueos, violaciones”, dice el primado greco-católico de Ucrania.
Resistencia y las deportaciones
Sin embargo, recuerda que si bien la gente del sur de Ucrania es pacífica tiene aún la fuerza de protestar contra la ocupación, contra “sus violadores y asesinos” demostrando que quieren vivir “en un estado ucraniano, libre e independiente”.
Un rescatista trabaja tras el bombardeo ruso a un centro comercial en Kiev.
En este contexto, monseñor Shevchuk denuncia que se tienen “pruebas de otra ola de deportaciones forzadas de ciudadanos ucranianos a un país extranjero”, de Ucrania a Rusia y manifiesta su temor por lo que pueda suceder con esos ciudadanos.
El prelado ucraniano agradece, en particular, el trabajo a todos los rescatistas de Ucrania, es decir, los bomberos y operadores de servicios de emergencia a distintos niveles.
“¡Qué valor y qué fe hacen falta para prestar este servicio si cada día se bombardean y se destruyen las infraestructuras de nuestras ciudades y pueblos! Y estos incansables héroes trabajan obstinada e incansablemente para reconstruirlos cada día”, exclama, no sin recordar a aquellos, numerosos, que han perdido la vida bajo las bombas y misiles.
Por último, el Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana reitera su llamamiento a la comunidad internacional para que “imite a estos rescatistas, que desafían la guerra y recuperan el espacio para la vida. Que construyen la paz y salvan la vida de la gente en esta Ucrania en lucha”.
VATICAN NEWS