Las hermanas de Belén han elegido la pequeña aldea de Marigenta, en Huelva, para construir su pequeño monasterio. Para ello, están recaudando fondos a través de la Fundación Contemplare.
17 de marzo 2025.- Marigenta es una localidad de la provincia de Huelva con apenas un centenar de habitantes, pero hace poco han llegado unas vecinas nuevas muy especiales. Se trata de las hermanas de la Familia Monástica de Belén, que hasta ahora vivían en el monasterio de la Cartuja de Santa María de la Defensión —más conocido como la Cartuja— de Jerez, y han llegado a este lugar para una nueva misión.
«Tras varios meses de oración y reflexión, hemos sentido la guía de la estrella de Belén hacia la fundación de este nuevo monasterio en Huelva», señalan las propias hermanas, que se sostienen sin obras apostólicas y «gracias al trabajo de nuestras manos elaborando artesanía monástica». Esta comunidad lleva presente en España desde 1985, primero en Sigena y, desde 2002, en Jerez de la Frontera, de donde tuvieron que marcharse recientemente «dada la complejidad que conlleva vivir en edificios de tanta relevancia».

Para hacer realidad esta nueva etapa, han acudido a la Fundación Contemplare mediante la cual se están recaudando fondos para la construcción de este nuevo templo. Los objetivos más acuciantes son la adecuación del terreno y el acceso a los suministros básicos como la luz o el agua. La meta de esta primera fase de recaudación se sitúa en los 100.000 euros y cualquier persona puede hacer su contribución.
«Un pequeño equipo de cuatro hermanas nos preparamos con entusiasmo para ir sobre el terreno en cuanto estén listas un mínimo de condiciones de alojamiento», han confirmado las monjas a través de Contemplare. Además, ya han hecho público el nombre: «Estamos felices de compartir con vosotros el nombre de esta nueva fundación, que será llamado: “Monasterio de Nuestra Señora de la Bondad de Dios”». Un nombre que, han asegurado, encontraron al llegar al lugar y encontrar «la bondad del paisaje, de la gente y de Dios».
A través de la televisión autonómica, los vecinos han afirmado sentirse «sorprendidos» y «contentos» con la llegada de las hermanas a Marigenta, que se están alojando provisionalmente en la finca de un vecino. Muchos de ellos participaron en la primera misa presidida por el obispo y se han ofrecido en todo lo que puedan necesitar. «No les va a faltar nada», asegura una vecina. «Vamos a ayudarles a construir ese monasterio en todo lo que podamos, y más», reitera otro.
ESTER MEDINA RODRÍGUEZ
Alfa y Omega