Argentina y Alemania disputarán el próximo domingo a las nueve de la noche en el mítico Maracaná la final del Mundial de Fútbol que se está celebrando en Brasil.
Mientras que los alemanes lograron su clasificación con solvencia y exhibiendo un gran fútbol, goleando a Brasil por 7-1 en la que es la derrota más humillante de la pentacampeona del mundo, los argentinos ganaron su derecho a disputar el título al derrotar a Holanda en la tanda de penaltis, tras 120 minutos que terminaron con un empate a cero dando un pobre espectáculo con un fútbol rácano, táctico y reservón donde lo importante era no perder.
Pero, como decía Boskov, “fútbol es fútbol” y en un partido puede pasar cualquier cosa. Sin embargo, por lo visto hasta ahora, la selección alemana parte como favorita para añadir una estrella más a su camiseta, la cuarta. Los germanos hacen un fútbol colectivo con una retaguardia sólida, centrocampistas dominantes con un magnifico trato del balón, en el que destaca el futuro jugador del Real Madrid Toni Kroos, y una delantera resolutiva con Klose y Muller como principales amenazas.
Argentina no ha realizado hasta ahora un buen fútbol. Su delantera, teóricamente una de las mejores del mundo con Messi, Higuain, el Kun Agüero y Di María, ha ofrecido, hasta ahora, deslucidas actuaciones, especialmente por parte de su gran figura Lionel Messi. La línea de centrocampistas es la más débil del equipo cumpliendo en el plano defensivo pero sin llegar a ser el surtidor que necesita los hombres de la vanguardia albiceleste. La línea defensiva de cuatro es recosa pero no invulnerable.
Argentina y Alemania han disputado dos finales: una en 1986 con victoria por 3-2 de la selección sudamericana con Diego Armando Maradona como estrella del equipo y la otra en 1990 con triunfo de los europeos por 1-0. Veinticuatro años después se vuelven a enfrentar en un torneo que parecía preparado para que el campeón fuera una selección del sur de América y con una hipotética final, de rivalidad tradicional, entre Brasil y Argentina. No ha sido así.
El resultado va a depender de las circunstancias del juego, como siempre pero ahora más que nunca. Si se adelantan los argentinos, los alemanes tendrán que trabajar mucho para romper la maraña que ordenará Sabella para defender la ventaja e intentar sorprender al rival en un contraataque. Si por el contrario es Alemana quien se adelanta, Argentina tendrá que atacar y quedarán espacios libres por los que los teutones pueden encontrar nuevas ocasiones de gol.
Después de ver la primera fase de ese campeonato, me inclinaba por un equipo europeo como vencedor de este mundial. Mantengo esa opinión y creo que de no suceder nada extraño, Alemania será la campeona del mundo.
Antes de la final, el sábado se juega el partido de consolación por el tercer y cuarto puestos con Brasil y Holanda como protagonistas. Sin duda quien más se juega es la selección anfitriona que no puede permitirse una nueva derrota en su Mundial. Una victoria no va a restañar la herida abierta por su decepcionante actuación ante Alemania pero, al menos, no la hundiría más. Para Holanda es un trámite y por ello planteará el partido con tranquilidad y sin agobios a diferencia de los brasileños que saldrán nerviosos y con la urgente necesidad de ganar el partido.
Este Brasil 2014 ha sido el Mundial del fracaso de quienes debían ser las grandes figuras del campeonato. Por distintas razones, ni Cristiano Ronaldo, n i Neymar, ni Messi, han estado a la altura de lo que se esperaba de ellos, aunque al argentino del Barcelona le queda la final para demostrar porque está considerado como uno de los mejores futbolistas del mundo.
Cholo Hurtado