Rosario Morrone llegó de los primeros a la playa de Stecatto di Cutro, en el sur de Italia, donde reposaban las víctimas de la tragedia en la que han muerto 71 personas. «Son mis hermanos», asegura conmocionado.
9 de marzo 2023.- Los cuerpos desfigurados por los embistes del oleaje reposaban en 27 bolsones de plástico cuando el sacerdote Rosario Morrone llegó a Steccato di Cutro: «Estaban la Policía, protección civil y muchos médicos… todo el mundo desesperado por encontrar algún superviviente. Me arrodillé y me puse a rezar. Le pedí a Dios que los acogiera en su regazo; estas personas —que ni siquiera tenían un rostro para mí— son mis hermanos», exclama conmocionado ante el último vergonzoso naufragio que ha confirmado al Mediterráneo como el gran cementerio marino. «No hay palabras para describirlo. Era estar como estar delante del grito de socorro de alguien que ha sido silenciado a la fuerza. Yo soy un don nadie en un suburbio de Italia y no me gusta dar entrevistas, pero siento que tengo que hablar. No podemos razonar así. Aunque perdamos dinero, tenemos que acogerlos», relata este cura de Calabria que fue director de Cáritas y se ocupó entre 1998 y 1999 de recibir a los refugiados de la guerra de Kosovo en una antigua base militar italiana.
La historia es la de siempre. Una barcaza sobrecargada con casi 200 personas, que tras cuatro días de navegación desde Turquía impacta con unas rocas. Una situación que impone una única disyuntiva:salvarlos o dejarlos morir. «La vida es sagrada siempre. Me da igual que esté en el Gobierno un partido de derechas, de izquierdas o de centro, tenemos que recuperar la humanidad. Ya llegarán los razonamientos políticos, pero primero hay que evitar que mueran. Nunca habrá de parte de la Iglesia católica una afirmación distinta», señala Morrone, que participó el pasado domingo en un vía crucis en memoria de las víctimas, encabezado por una cruz realizada con los restos de la patera.
Esta tragedia también ha confirmado que las mafias se enriquecen y lo seguirán haciendo hasta que no se abran más vías de entrada legales. «Papá, estoy llegando ya. Puedes ingresar el resto del dinero. Todo va bien», escribió en un mensaje una de las víctimas. Las cantidades que llegan a pagar por llegar a Europa van de los 6.000 a los 10.000 euros.
ITALIA
Víctimas del naufragio: 71 cadáveres recuperados, 20 desaparecidos y 80 supervivientes.
Cifras de la migración: Más de 1.300 muertos y 80.000 llegadas en el año 2022, según el Ministerio del Interior.
La Fiscalía de Crotone ha abierto una investigación para dilucidar responsabilidades e identificar negligencias en un momento en el que Europa y las autoridades italianas siguen con las acusaciones cruzadas. Según las pesquisas, a las 22:23 horas del sábado 25 de febrero uno de los helicópteros de Frontex avisó de que había una embarcación a unos 64,3 kilómetros de la costa italiana. Sin embargo, nadie activó una operación de rescate y el Gobierno italiano se limitó a mandar dos lanchas de la Policía aduanera que, antes de alcanzar la barcaza, regresaron a puerto por un problema de carburante. El naufragio se produjo en torno a las 4:30 horas y el primer salvamento se retrasó hasta las 5:00 horas.
En tanto, las olas siguen escupiendo cadáveres y objetos personales casi dos semanas después de la tragedia. En la arena se han encontrado biberones y juguetes rotos de las criaturas que también perecieron ahogadas. Al cierre de esta edición se contaban 71 muertos, pero las autoridades cifran en más de 20 los desaparecidos. El pasado miércoles abrió la capilla ardiente instalada en el Palacio de Deportes de Crotone donde se han colocado los ataúdes: de roble para los adultos; blancos para los niños. La gran ausente ha sido la política. Hasta ahora solo el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se ha desplazado hasta allí, pero en declaraciones a la prensa culpabilizó a los inmigrantes de su destino mortal. Este jueves, doce días después del naufragio, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, sobre la que se cierne una sombra de la duda cada vez más alargada sobre su gestión, celebrará allí el Consejo de Ministros.
VICTORIA ISABEL CARDIEL C.
Alfa y Omega
Imagen: Mujeres lloran sobre el ataúd de una de las víctimas del naufragio.
(Foto: Reuters / Remo Casilli).