Desde la Conferencia Episcopal Española se ha animado a las diócesis a celebrar esta I Jornada Mundial de los Pobres. En colaboración con Cáritas, ha preparado diversos materiales para impulsar la celebración en todas las parroquias y comunidades de España: un subsidio litúrgico y diversas pautas para la animación y las homilías, así como un vídeo que se puede ver en conferenciaepiscopal.es.
La diócesis de Madrid ha celebrado la jornada con tres días de actividades y momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de oración, así como actividades culturales y educativas que profundizan en el valor evangélico de la pobreza.
El equipo de Madrimaná ha organizado en la iglesia de San Francisco de Borja (calle Serrano, 104) varias actividades con motivo de esta jornada: la exposición Pobreza, encuentro con Dios y con el hermano, el testimonio de varias religiosas que trabajan con los pobres, una oración por los más necesitados, el preestreno de la película La isla de los monjes, un encuentro con escolares acerca de la pobreza, varios conciertos… Y la Delegación de Fundaciones organizó el viernes 17 una mesa redonda con presencia de varios religiosos dedicados a este ámbito pastoral. La directora de Madrimaná, Teresa Ekobo, explicó:«vamos a ver la peor cara de la pobreza, su lado más duro, pero también vamos a hablar de la alegría de la fe, de la belleza que todavía puede surgir en medio de las situaciones más duras. Y junto a eso vamos a destapar el velo de la pobreza más grave de Occidente: la pobreza espiritual».
La jornada se completó el sábado con una Misa en la catedral presidida por el cardenal Osoro, a la que se invitó a todas las personas en situación de exclusión social y a quienes los acompañan desde Cáritas o proyectos de congregaciones y otras realidades eclesiales. También se invitó a niños que llevsaron sus dibujos y fotografías sobre la pobreza que fueron presentados durante la Eucaristía. Tras la celebración, hubo una merienda de comunión en la plaza San Juan Pablo II.
Como explica José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación, «queremos poner el acento no en el asistencialismo, sino en la fraternidad y el compartir, algo más horizontal. El Papa nos ha llamado a una amistad con los pobres, no a un encuentro esporádico ni a una ayuda ocasional. Tenemos que superar el ellos y el nosotros; evitar el ellos tienen un problema y nosotros los ayudamos. Todos somos hermanos».
Desde el Arzobispado se ha invitado asimismo a las parroquias e instituciones diocesanas a que realicen algún gesto que haga visible que no se trata solo de asistir a los pobres en sus necesidades, sino de cultivar la amistad con ellos. Así, la casa de acogida de Cáritas diocesana San Agustín y Santa Mónica celebró una cena compartida con los residentes, voluntarios y profesionales del centro, el viernes 17. Y el grupo de Acción Católica de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús invitó a todos los grupos de la parroquia a leer el mensaje del papa para esta Jornada y a reflexionar: «¿Sabemos el nombre de aquel a quien damos limosna? ¿Seríamos capaces de compartir mesa?».
En otras diócesis han surgido también diversas iniciativas para participar en esta jornada: en Cádiz, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz ha recogido 50 sacos de dormir para que «entre todos podamos paliar este invierno la cruz del frío». Y en Segorbe-Castellón, el Obispado ha invitado a los párrocos a celebrar esta jornada en sus parroquias con una Eucaristía, al mismo tiempo que se han organizado distintas actividades como flashmob o meses redondas acerca de la pobreza.
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
(Foto: AFP Photo/Andreas Solaro)