(ZENIT – Roma).- Publicamos a continuación las respuestas del papa Francisco a las dos primeras preguntas de la rueda de prensa en el vuelo de regreso de Colombia a Roma, el lunes 11 de septiembre.
La primera pregunta la formuló César Moreno, de “Radio Caracol”:
Mi pregunta es la siguiente: Usted llegó Santo Padre a un país dividido, por cuenta de un proceso de paz, entre los que aceptan y no aceptan ese proceso, ¿qué hacer concretamente, qué pasos dar para acercar a las partes divididas, para que dejen ese odio, para que dejen ese rencor? ¿Si Su Santidad pudiera volver a nuestro país en unos años, cómo cree, cómo le gustaría ver a Colombia? Gracias.
“A mí me gustaría al menos que el lema ‘Demos el segundo paso’, al menos fuera ese. Fueron, yo pensaba que eran más, calculaba por los sesenta, pero me dijeron 54 años de guerrilla más o menos, y ahí se acumula mucho, mucho, mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma, y la enfermedad no es culpable, viene, te agarraste un sarampión y te agarra”.
Y prosiguió diciendo:
“Disculpen, hablo en italiano. El alma enferma… la enfermedad no es una cosa culpable: viene. Y con estas guerrillas que verdaderamente han hecho – tanto la guerrilla, como los paramilitares, o aquellos de allá, y también la corrupción, tantas veces, en el país – han cometido pecados graves que han provocado esta enfermedad del odio… Pero hay pasos que dan esperanza, pasos en la negociación, el último, el cese de fuego del Ejército de Liberación Nacional. Se los agradezco mucho, agradezco tanto por eso. Pero hay algo más, que he percibido, que son las ganas de ir adelante en este proceso y que va más allá de las negociaciones que se están haciendo y que se deben hacer. Es un deseo espontáneo, y allí está la fuerza del pueblo. Allí… Yo tengo esperanza en esto. El pueblo quiere respirar, pero debemos ayudarlo y ayudarlo con la cercanía, la oración y, sobre todo, con la comprensión del enorme dolor que tiene mucha gente.
Segunda pregunta: A continuación, José Mojica, de “El Tiempo” – casa editorial de Colombia – preguntó al Pontífice:
Colombia ha sufrido muchas décadas de violencia por cuenta de la guerra, por el conflicto armado y también por el narcotráfico, sin embargo, los estragos de la corrupción en la política han sido tan perjudiciales como la misma guerra, y aunque no es nueva la corrupción, siempre hemos sabido que existe, sabemos que siempre ha habido corrupción, ahora es más visible porque ya no tenemos las noticias de la guerra, del conflicto armado. ¿Qué hacer ante este flagelo, hasta dónde llevar a los corruptos, cómo castigarlos y, por último, habría que excomulgar a los corruptos?
“Vos hacés una pregunta que yo me la planteé muchas veces, yo me lo planteé de esta manera: ¿el corrupto tiene perdón? Yo me la planteé así, ¿no? Y me la planteé cuando hubo un acto – en la provincia de Catamarca, en la Argentina – un acto de maltrato, abuso, de violación de una chica, y había gente metida allí muy ligada a los poderes políticos y económicos de esa provincia”.
“Sentí tanto un artículo de [Rogelio] Frigerio publicado en “La Nación” en aquel tiempo; yo he escrito un pequeño libro que se titula “Pecado y corrupción”. Todos somos pecadores siempre y nosotros sabemos que el Señor está cerca de nosotros, que Él no se cansa de perdonar. Pero la diferencia es que Dios jamás se cansa de perdonar, y el pecador a veces se anima y pide perdón. El problema es que el corrupto se cansa de pedir perdón y olvida cómo se pide perdón: éste es el problema grave. Es un estado de insensibilidad ante los valores, ante la destrucción, ante la explotación de las personas. No es capaz de pedir perdón. Es como una condena por lo cual es muy difícil ayudar a un corrupto; muy difícil. Pero Dios puede hacerlo. Yo rezo por eso”.
Fuente: Radio Vaticano
Papa Francisco en el avión
(Foto archivo-Osservatore © Romano)