Mientras la otrora prestigiosa Agencia EFE, hoy presidida por Miguel Ángel Oliver –el niño del «Comité de Expertos» inexistente–, se hunde indefectiblemente en un desprestigio que nunca tuvo, el presidente de la muy sanchista RTVE, José Pablo López (JP), acude a la Comisión de Control Parlamentaria a decir tonterías, eso sí, enfatizadas como si estuviera tratando en una escuela de pueblo, creyéndose a sí mismo que es de verdad.
López es la imagen viva del sanchismo decadente, el brazo inerme de la Moncloa, rodeado de pelotillas sin más fuste que el trinke de pluses por cuenta del contribuyente, un pobre repetidor de consignas («servicio público», «servicio público») que cuando le abandone el desodorante que le propicia tendrá que volver a las faldas de Giménez Barriocanal a rezar el rosario en las escalinatas en la abadía benedictina de Cuelgamuros.

Se ha empeñado en presentarse como adalid de Broncano («¿cuánto follas a la semana»?, «¿qué cantidad tienes en tu cuenta corriente?»), un programa que según dicen los audímetros tiene difícil justificar la morterada de millones que cuesta al contribuyente.
Este hombre JP tiene casi el mismo diagnóstico que su jefe político: es incapaz de ver la realidad de la televisión que dirige, le importan un rábano los caudales públicos que devora a cambio de escoria adornada con genialidades. Escrito de otra forma, que chapotea en la enfermedad del realismo mágico y no es consciente de ello.
Es lo que tiene confundir el «servicio público» con dar espectáculo trufado de antigualla. Si a Broncano le faltaba la guinda, la guinda llega de la mano de Belén Esteban&cuates. ¡Que no decaiga la calidad y el servicio público! Apelar al «sentido común» de Belén Esteban debe haber revuelto las tripas al matador de Ubrique. Ja, ja, ja. No queda otra que descarallarse. ¡Pobre muchacho!
Tienen suerte este JP y sus palanganeros cuando acude a la Comisión Mixta Congreso-Senado; la mayor parte de los miembros que tienen que examinarle no tienen ni repajolera de lo que se traen entre manos. Este muchachito enjuto malagueño, que ha terminado por creerse que es de verdad, no hubiera pasado ni el primer examen parlamentario en Wensmister.
Quizá no le importe demasiado porque ya habrá alguna productora amiga que le haya prometido reservarle un lugar en sus honorarios.
Resumiendo, amigos: tus impuestos (muchos y caros), esos que dicen van a parar a la sanidad y a la educación, falso. Van a Broncano y Belén Esteban.

GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 29.3.2025