Prosiguen los trabajos de desmantelamiento de las lavanderías de época imperial, recientemente descubiertos durante las obras de remodelación en preparación del Jubileo, operaciones realizadas paralelamente a las excavaciones estratigráficas que han sacado a la luz algunas importantes estructuras más antiguas, que se remontan a la primera mitad del siglo I d.C.. En particular, han aparecido los restos de un pórtico que se abre el Tíber y de grandes jardines pertenecientes al emperador Calígula.
Ciudad del Vaticano, 5 de julio 2024.- Un lujoso jardín con vistas a la orilla del Tíber: estos son los nuevos restos que han aparecido durante la excavación arqueológica en Piazza Pia (frente a la sede de Radio Vaticano/Vatican News), en la zona donde se construirá un túnel con vistas al próximo Jubileo. El jardín está bordeado por un imponente muro de terrazas de travertino opus quadratum, paralelo al curso del río, a lo largo del cual se apoyan los cimientos de ladrillo de un pórtico con columnatas.
Tras el descubrimiento de la gran fullonicae (lavandería y a la tintorería en la época romana) de la segunda mitad del siglo II d.C, es decir, un lavadero muy bien conservado en todas sus partes -desde las dolia, grandes jarras «decapitadas» utilizadas como pilas de lavar, hasta las tres pilas de enjuague-, ahora la excavación, llevada a cabo por la Superintendencia Especial de Roma, dirigida por Daniela Porro, y coordinada sobre el terreno por la arqueóloga Dora Cirone bajo la dirección científica de Alessio De Cristofaro, ha documentado otras tres fases constructivas, desde la época de Augusto hasta la de Nerón.
Entre los hallazgos, de considerable importancia son los restos de una fistula aquaria de plomo, es decir, una conducción de agua en la que se puede leer la inscripción, C(ai) Caesaris Aug (usti) Germanici, Cayo César Augusto hijo de Germánico: se trata de Calígula, emperador del 37 al 41 d.C.
Así pues, podemos dar un nombre al propietario del suministro de agua y, por tanto, de toda la zona, y datar las primeras obras de construcción de este complejo. La inscripción también es muy importante por otras razones, señaló Alessio de Cristofaro, porque muestra cómo esta zona también formaba parte de los Horti di Agrippina maggiore, la madre de Calígula. En el siglo pasado, el descubrimiento en la Piazza Pia de otras fístulas de plomo inscritas con el nombre de Iulia Augusta, es decir, con toda probabilidad Livia Drusilla, segunda esposa de Augusto y abuela de Germánico, permite deducir que la villa era una herencia transmitida entre los miembros de la familia augustea hasta Calígula.
Entre los hallazgos destacan algunas losas de Campana de la primera mitad del siglo I, reutilizadas para cubrir alcantarillas posteriores. Se trata de relieves de terracota realizados en matriz, figurados y pintados con escenas heráldicas y mitológicas, destinados originalmente a adornar un tejado.
Los descubrimientos arqueológicos descubren el pasado, pero también despiertan emociones y sugestiones. No es difícil imaginar el lujoso jardín imperial con vistas al Tíber. Y las imágenes se vuelven más nítidas cuando ciertas fuentes literarias convergen y refuerzan los datos de los hallazgos materiales. Fuentes que parecen aludir precisamente a esta zona de la orilla derecha del Tíber.
Fuentes literarias y hallazgos materiales
Filón de Alejandría, cuenta en De legatione ad Gaium, cuando fue como embajador a Roma para pedir el fin de la persecución de los judíos de Alejandría. Intentó encontrarse por primera vez con Calígula, quien, según relata, «después de saludarnos por primera vez en la llanura del Tíber, saliendo de los jardines que le había dejado su madre, repitió el saludo y agitó la mano derecha en señal de benevolencia…». Filón habla así de una parte fuera de los Horti de Agripina, cerca de una entrada próxima al Tíber.
Séneca, en el diálogo De ira escribe en cambio: Calígula, ‘mientras paseaba por esa avenida de los jardines de su madre, que divide el pórtico del río, hizo decapitar a algunos de ellos a la luz de una lámpara de aceite, rodeado de matronas y otros senadores…’. En este caso, la descripción es aún más precisa y parece dar cuerpo a los hallazgos de la Piazza Pia, al hablar de los jardines y de un pórtico de su villa en los jardínes que eran de su propiedad y que, en otro tiempo, pertenecieron a su madre.
En los pasajes, escritos inmediatamente después de la muerte del emperador, Filón escribe sobre la insensibilidad de Calígula hacia las súplicas de los judíos de Alejandría y Séneca sobre su innecesaria crueldad hacia los propios senadores, pero en ambos queda muy clara la estrecha conexión topográfica entre los Horti y el Tíber, como se desprende de los nuevos descubrimientos de Piazza Pia.
MARIA MILVIA MORCIANO