Según Olivier de Germay, arzobispo de Lyon, el fenómeno es «una señal del cielo».
14 de abril 2025.- La Iglesia católica en Francia vive un fenómeno inédito. Los bautizos de adultos y adolescentes se han disparado este año. Según ha anunciado la conferencia episcopal del país, durante la Vigilia Pascual de este 2025 recibirán el sacramento, en sus respectivas diócesis, 10.384 adultos y más de 7.400 jóvenes de entre 11 y 17 años. En total, son unas 17.800 personas. Supone un incremento del 45 % respecto al número que se inició en la fe el año pasado en la misma fiesta.

En declaraciones recogidas por Katholisch, Olivier de Germay, arzobispo de Lyon, ha calificado el fenómeno como «una señal del cielo». Aunque también ha advertido de que estas conversiones masivas representan «un desafío pastoral». Una vez iniciados en la fe, anima a las parroquias a encontrar el modo de «integrar mejor a los nuevos miembros en la vida parroquial». «No se trata de inventar cualquier tipo de receta», matiza.
Aparte de estos bautizos que se celebrarán en la víspera del Domingo de Resurrección, la Conferencia Episcopal Francesa recuerda que el año pasado ya se celebró la Confirmación de unos 9.000 adultos en la festividad de Pentecostés. Según Vincent Breynaert, el responsable de su Oficina de Pastoral Juvenil y Vocaciones, este es «un fenómeno masivo» que lleva desarrollándose durante los últimos diez años y que «crece de forma constante».
Nuevos perfiles de creyentes
Por su parte, una encuesta elaborada en conjunto por Famille Chrétienne y Aleteia a 900 de estos conversos revela que la mayoría —más del 65 %— provienen de familias donde no se vivía la fe. El 73 % tiene entre 17 y 35 años y un 44 % es menor de 25.
Prácticamente la totalidad —más del 95 %— declara que quiere seguir practicando, por lo que habría un 5 % que se bautizaría pero no frecuentaría posteriormente los sacramentos. Además, un 57 % tiene el deseo de dar públicamente testimonio de su fe, un 38 % está buscando acompañamiento espiritual y hay un 27 % al que le gustaría formarse más.
RODRIGO MORENO QUICIOS
Alfa y Omega