El ministro de Justicia participa en la II Conferencia Mundial sobre Religiones, Paz y Concordia. Durante su intervención, Catalá ha indicado que «cualquier contribución» en favor de la paz por parte de los líderes religiosos «debe ser acogida con entusiasmo y ser muy bienvenida»
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha señalado el lunes 6 que las religiones, en «estos tiempos convulsos», deben jugar un «papel fundamental» para conseguir la paz y la concordia, ya que, a su juicio, pueden convertirse en mediadoras «en la dicotomía entre la violencia y la paz».
Así se ha manifestado el ministro durante su intervención en la II Conferencia Mundial sobre Religiones, Paz y Concordia, que se celebra en Madrid los días 6 y 7 de noviembre y a la que han asistido varios líderes religiosos con el objetivo de unirse para promover la eliminación de «los conceptos erróneos» en la enseñanza de esta materia.
Entre los asistentes se encuentra el rabino principal de la Comunidad Judía de Madrid, Moisés Bendaman; el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary Bakry; el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; o el arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, entre otros.
Catalá ha indicado que «cualquier contribución» en favor de la paz por parte de los líderes religiosos «debe ser acogida con entusiasmo y ser muy bienvenida». Asimismo les han trasladado que deben ser «conscientes» del papel que juegan a la hora del consenso, ya que «para que el diálogo sea factible tiene que haber una verdadera voluntad entre los interlocutores».
España, centro de tolerancia religiosa
El presidente de la Fundación Evsen, Ali Evsen, ha aprovechado para pedir al ministro la creación de un centro de formación de profesores que evite que éstos enseñen solo los valores morales tergiversados y «manipulen con sus intereses».
En la rueda de prensa previa a la celebración de la conferencia, Evsen ha explicado que «España ha sido siempre el centro de tolerancia religiosa entre los países de África, Oriente Medio y América Latina», por lo que «no es casualidad» que este encuentro se haya decidido celebrar en Madrid.
Respecto a si las creencias son capaces de unirse en favor de la concordia, ha contestado que «no hay ningún problema entre las religiones», sino que el conflicto está en las personas.
Por su parte, el gran muftí de Azerbaiyán y de todo el Cáucaso, Allahsukur Pashazadeh, ha señalado que el problema está entre los políticos, «que utilizan la religión para sus fines». «Los religiosos tenemos que estar unidos para demostrar a todo el mundo que la paz entre las religiones es posible», ha añadido.
Sobre la relación entre el Islam y los atentados yihadistas, Pashazadeh ha manifestado que esta religión «no se propaga de la manera adecuada», y ha llamado a «erradicar» las fobias para lo que es necesario, a su juicio, la unión de todos.
El gran rabino sefardí de Jerusalén, Shlomomoshe, ha dicho por su parte que los líderes religiosos tiene la obligación de dar ejemplo y dialogar para poder transmitir al pueblo que la fe es «paz y tranquilidad» y, para ello se necesitan dos elementos: «no tener miedo y decir la verdad».
EFE/Alfa y Omega
Imagen: El ministro de Justicia, Rafael Catalá, (tercero por la izquierda),
junto al cardenal Rouco (derecha)y varios de los participantes
en la II Conferencia Mundial sobre Religiones, Paz y Concordia.
(Foto: EFE/Mariscal)