Llega a las parroquias un nuevo retiro al estilo de los de Emaús y Effetá, dirigido a mayores. «Hoy en día tenemos que reconocer con humildad que Dios está actuando en los retiros de impacto», dice su impulsor en España.
15 de julio 2024.- Primero fueron los retiros de Emaús, después los de Effetá y luego los Bartimeo, cada uno para una etapa de la vida diferente. Ahora llega a España un nuevo retiro de impacto, esta vez orientado a personas mayores, de la mano de Javier Siegrist, el sacerdote al frente de la parroquia Cristo de la Misericordia en Boadilla del Monte (Madrid).
¿Qué son los retiros Simeón y Ana?
Hace años, en nuestra parroquia pensamos que había una etapa sin cubrir, la de los adolescentes, y de ahí nacieron los retiros Bartimeo. Ya están en toda España, y también en Perú y Colombia. El método testimonial y de dinámicas ayuda a mucha gente, y con ese mismo esquema pero de un modo totalmente distinto hemos creado otro retiro de impacto para mayores.
¿Cuál es su objetivo?
Primero, hacer que los mayores salgan de la sensación de que están aparcados en la vida. También se trata de darles las gracias porque el servicio que han prestado durante toda su vida, pues ellos nos recuerdan nuestras raíces y nuestra identidad. Asimismo, se recuerda el papel que tienen a la hora de transmitir la fe a sus hijos y sobre todo a sus nietos, y destacamos que siguen teniendo mucho que hacer, porque la vida no se termina hasta que no se pone en manos de Dios en una perspectiva de vida eterna.
¿A quién van dirigidos?
A todo el mundo. Están creados para creyentes pero, al igual que los retiros de Emaús o de Effetá, sirven a todo el mundo. También nos hemos puesto en contacto con un par de residencias de ancianos para ir allí y ofrecerles este retiro.
Este tipo de herramientas de evangelización tiene una vocación muy clara de expansión. ¿Ocurre lo mismo con Simeón y Ana?
Ya nos han llegado varias peticiones para llevarlo a otras partes. De hecho, al último vinieron varios amigos de Barcelona con la intención de introducirlo allí. Está claro que Dios hace crecer las cosas como quiere. Yo fui uno de los primeros curas en España que se oponía a los retiros de Emaús, porque me parecían algo sentimental y no lo veía claro, pero hoy en día tenemos que reconocer con humildad que Dios está actuando en los retiros de impacto.
A veces se objeta que no dan continuidad a la experiencia que se vive en ellos…
Es que esa no es su función. Los retiros de impacto buscan potenciar el encuentro con el Señor, pero después entra a jugar la comunidad que acoge a esas personas. Por ejemplo, en nuestra parroquia hay muchos grupos en los que insertarse. Lo que viene después depende ya de los párrocos. La estabilidad de la parroquia la tiene que garantizar el párroco, no el retiro, que es solo un arma evangelizadora para hacerla crecer.
JUAN LUIS VÁZQUEZ DÍAZ-MAYORDOMO
Alfa y Omega