Al finalizar la audiencia general en la Plaza de San Pedro, León XIV hizo un llamamiento por el país de África Oriental, sacudido durante días por las protestas de la Generación Z contra la agravada situación económica y social. Los violentos enfrentamientos con la policía han causado la muerte de más de 20 personas y cientos de heridos. El Pontífice rezó por las víctimas y pidió que se fomente la armonía social promoviendo la justicia y el bien común.
Ciudad del Vaticano, 1 de octubre 2025.- El Papa León XIV expresó su «tristeza» ante las noticias de Madagascar, un país del este de África sacudido durante días por la violencia tras las manifestaciones lideradas por grupos juveniles por los cortes de agua y electricidad. En su llamamiento, al final de la audiencia general, en la Plaza de San Pedro, el Pontífice habló de «enfrentamientos violentos» entre la policía y los manifestantes, «que se saldaron con la muerte de algunos y un centenar de heridos». Según las últimas cifras publicadas por la ONU, 22 personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas.
Oremos al Señor para que se evite siempre toda forma de violencia y se fomente la búsqueda constante de la armonía social mediante la promoción de la justicia y del bien común.
Las manifestaciones
Inspiradas por las protestas de la «Generación Z» en Kenia y Nepal, las manifestaciones en Madagascar —las más grandes que el país haya visto jamás— surgieron de la exasperación económica y social de millones de malgaches.
La precaria calidad de los servicios básicos, el colapso de las infraestructuras, los constantes apagones y la corrupción en las altas esferas del gobierno son, en parte, la causa de este descontento. Grupos juveniles, a través de las redes sociales, iniciaron una movilización que culminó en las protestas que llevaron al presidente Andry Rajoelina —quien llegó al poder mediante un golpe de Estado en 2009— a destituir a su gobierno el 29 de septiembre.
Otras ciudades también involucradas en las protestas
Según las Naciones Unidas, entre las víctimas se encontraban no solo manifestantes, sino también transeúntes que murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que lanzaron gases lacrimógenos, y otros fallecidos en la violencia posterior perpetrada por bandas criminales. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Madagascar rechazó la cifra de muertos, considerándola basada en «rumores o desinformación».
Mientras tanto, se ha emitido un nuevo llamamiento a la movilización nacional para hoy, instando a los empleados públicos a unirse a una huelga general. Se convocó una nueva manifestación en el barrio de Ambohijatovo de la capital, Antananarivo, un centro simbólico de la vida política malgache, donde los manifestantes lograron acceder ayer. Las protestas se extendieron posteriormente a otras ciudades, como Diego Suárez, en el norte de la isla.
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