«No estoy en contra del diálogo; pienso que siempre debemos buscarlo, pero creo que el momento de la negociación con China es equivocado, con las nuevas restricciones a la libertad religiosa». El responsable de Asia Oriental de la ONG Christian Solidarity Worldwide, Benedict Rogers, teme que un acercamiento ahora de la Santa Sede a China «envíe las señales equivocadas», y no ve «qué podría aportar en estos momentos a la Iglesia».
Benedict Rogers es también vicepresidente del Comité de Derechos Humanos del Partido Conservador británico y fundador de Hong Kong Watch, organización que incluye a personalidades de todo el espectro político del Reino Unido y monitorea los derechos humanos en la antigua colonia británica. Recientemente visitó el Congreso de los Diputados para reunirse con representantes del grupo parlamentario de Ciudadanos, en busca de nuevas alianzas para promover la libertad en China.
Estamos, asegura, en «el momento más oscuro en China desde la matanza de Tiananmén. Desde que Xi Jinping es presidente, ha habido un severo recorte en derechos humanos», incluida la libertad religiosa. «Las Iglesias subterráneas están siendo acosadas», advierte. «Hasta ahora, existía una gran zona gris entre las Iglesias controladas por el Estado y las llamadas Iglesias subterráneas, en las que estas últimas tenían cierto margen para operar. Con la nueva ley religiosa que se va a implementar en 2018, creo que esto va a ser mucho más difícil».
Rogers no es, sin embargo, partidario tampoco de una «línea dura». A modo de ejemplo, menciona la estrategia del Papa durante su visita a Myanmar, un tema que le toca muy de cerca, ya que fue en ese país donde, hace cerca de cinco años, se convirtió al catolicismo de la mano del ahora cardenal Bo. «El Papa está trabajando para una presencia a largo plazo de la Iglesia en Asia, por lo que lo inteligente es construir puentes, no cerrarse las puertas».
R.B.
Imagen: Rogers en un acto de apoyo a la revolución de los paraguas amarillos
junto al Parlamento británico, en septiembre de 2017.
(Foto: Hong Kong Watch)