Tras el éxito de la moción para reformar la Ley de Libertad Religiosa, la formación morada quiere abanderar un frente de izquierdas para suprimir las exenciones fiscales de la Iglesia y la casilla en la Declaración de la Renta
En su estrategia por empujar al PSOE hacia la izquierda, Podemos vuelve a ha hacer bandera del laicismo. La última decisión, una proposición no de ley en el Congreso para suprimir la X de la Iglesia en la Declaración de la Renta y las exenciones fiscales.
El laicismo vuelve a ser punto de encuentro entre las izquierdas. El 28 de junio, el Congreso aprobó una moción no de ley instando al Gobierno reformar la ley de libertad religiosa junto a una batería de medidas, que van desde recuperar la asignatura Educación para la Ciudadanía a denunciar los Acuerdos con la Santa Sede. La primera votación resultó en empate, por lo que tuvo que repetirse. El ejecutivo de Mariano Rajoy ha anunciado que hará caso omiso de esta moción, aprobada con los votos a favor de ERC, PSOE, Podemos, PdeCAT y Bildu.
La nueva proposición no de ley pide que se fije un plazo a partir del cual la Iglesia deberá autofinanciarse y dejar de recibir asignaciones de los Presupuestos Generales del Estado, obviando que esto ocurre ya así desde la entrada en vigor del modelo de financiación acordado entre la Conferencia Episcopal Española (CEE) y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Por otro lado, las exenciones fiscales a las que se refiere Podemos no son exclusivas de la Iglesia, sino que afectan a fundaciones, federaciones deportivas, ONG y a las demás confesiones con acuerdos con la Iglesia. La argumentación de la formación morada sobre su presunta ilegalidad se basa en una lectura parcial de una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, referida al caso concreto de unas obras en un colegio concertado de Madrid, de la que no se pueden extraer conclusiones generales, según ha resaltado el secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo.
En lo que se refiere a la casilla en la Declaración de la Renta, la CEE ha sostenido siempre que no se trata de financiación pública, sino de un mecanismo por el que el Estado facilita que los contribuyentes que así lo deseen puedan decidir que un 0,7 % de sus impuestos vayan a la Iglesia. La CEE se ha pronunciado siempre a favor de que el mecanismo pueda extenderse a otras confesiones, si así lo acuerdan en diálogo con la Administración.
La senadora popular Beatriz Elorriaga anunció durante unas recientes jornadas académicas en la Universidad Complutense que, en esta legislatura, todas las «confesiones de notorio arraigo» podrán tener su propia X en la Declaración de la Renta. Se trata de musulmanes, judíos, evangélicos, mormones, budistas, Testigos de Jehová y ortodoxos.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo falló el pasado 2 de enero en contra de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEDERE), que consideraba una discriminación no poder contar con su propia casilla. El Supremo negaba que la X fuera un privilegio de la Iglesia católica, lo cual, por otro lado, no cerraba la posibilidad de que esa forma de cooperación pudiera extenderse a las confesiones minoritarias, como así finalmente ha optado por hacer el gobierno.
Alfa y Omega
Ricardo Benjumea
Foto: ABC