Si un extranjero que no conociera nada de España y acabara de llegar a este país hubiera visto los telediarios de TVE del pasado jueves, hubiera concluido inmediatamente que Isabel Díaz Ayuso es una demente ultraderechista, una dirigente locuela y un cargo público tan irresponsable que es capaz de poner la vida de sus gobernados en almoneda.
Sin embargo, si el espectador conoce algo de los avatares de la vida pública española enseguida colegirá, tras visitar algo de Madrid y ver lo que de su presidenta dicen en la TeleSánchez/Podemos, que hay gato encerrado. Desde los tiempos sectarios de María Antonia Iglesias/Sopena, no se había visto nada igual en la caja tonta estatal. El columnista no pretende la ausencia de crítica en absoluto. Sólo que se ofrezcan datos objetivos, contrastados y no opinar con orejeras ni anteojos. El ataque/montaje fue tan burdo, ultra y exagerado que mucho me temo que produjo el efecto contrario de lo que los autores perseguían.
Comprendo, por otro lado, los sarpullidos e insomnios que Ayuso –atacada ferozmente desde posiciones de otrora servidoras natas de lo más ultra que había en el PP- provoca en los predios de la izquierda y, muy especialmente, de la ultraizquierda caviar, que en Madrid región representa esa médica pija metida a política, instalada con grandes inmuebles y sueldo público doble, incluso estando de baja. Lo comprendo. Por dos razones fundamentales: el primero que ha sido la única dirigente de centroderecha que se ha plantado ante la teórica superioridad moral de la izquierda y a diario les hace morder el polvo utilizando sus propios argumentos a la viceversa. El segundo, lo que más jode, que en aquel 4 de mayo todavía reciente, les propinó tal derrota en las urnas (el pueblo habló) que la sangre todavía borbotea de sus heridas.
Lo que se olvidó decir a TVE, específicamente a Franganillo (el del pinganillo) y su coleguilla de la sobremesa con aspecto de haber inventado el lead, es que todos los ataques a Ayuso se perpetran en La Moncloa ya desde los tiempos de Iván Redondo. El mediocre Tosar, arremetiendo espuriamente en un vídeo ad hoc mientras saca a su mujer y su vástago de la privativa y cara Clínica Ruber, retrata sus intenciones políticas.
No la pueden soportar. Ni lo pueden aguantar. Antes del 28 de mayo próximo podremos observar nuevos, desproporcionados y feroces ataques contra la lideresa madrileña. Los devolverá uno a uno. ¡Nos espera un espectáculo grandioso!.
GRACIANO PALOMO
Publicado por ok diario
13.11.2022