En la VI Jornada Mundial de los Pobres, la llamada a actuar contra la pobreza y la desigualdad ha de resonar a toda la sociedad.
Tres de cada diez hogares en España, es decir, seis millones de familias, no cuentan con ingresos suficientes para alcanzar unas condiciones de vida digna. Así lo denuncia el informe El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo, presentado por Cáritas Española y FOESSA hace unos días.
Este indicador tiene en cuenta el contexto de cada hogar y mide el acceso a la alimentación y a la vivienda —que suponen el 70 % de los gastos de los más vulnerables y pueden escalar al 80 % de aquí a final de año—, pero también a los suministros, que están al alza en el escenario de guerra; a la educación y la sanidad, o al ocio. Para mejorar la radiografía, la entidad sociocaritativa de la Iglesia reclama políticas públicas que aborden la pobreza y la desigualdad a corto plazo, con ayudas a las familias más golpeadas, así como a largo plazo, con el perfeccionamiento del sistema de protección social.
A las puertas de la IV Jornada Mundial de los Pobres —que se celebra este domingo, 13 de noviembre, con el lema Jesucristo se hizo pobre por ustedes (cf. 2 Co 8, 9)—, la llamada a actuar ha de resonar a toda la sociedad y, especialmente, a los cristianos. Como advierte Francisco en su mensaje, «no se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres», sino de «hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario». «No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído», asevera.
En este sentido, los cristianos hemos de evitar que el dinero se convierta en «un absoluto», que «nubla la mirada» y «termina encadenando a una visión de la vida efímera y fracasada», en expresión del Papa. La caridad entronca con el amor de Dios y, cuanto más crezcan «el sentido de comunidad y la comunión», más capaces seremos de compartir lo que tenemos con quienes no tienen nada.
EDITORIAL DE ALFA Y OMEGA
10.11.2022