En su alegato ante el Comité Federal del PSOE, Pedro Sánchez hizo lo más estrambótico y bokassiano (de Bokassa): invocar el nombre de España, confundir sus intereses con los del pueblo español y al mismo tiempo conseguir que que sus subordinados (mejor, súbditos) aplaudieran su insólito atrevimiento. Hacía unos meses que esos mismos miembros se pusieron en pie para aplaudir justamente lo contrario de lo que defiende ahora. ¡Ay, la mamandurria!.
Tiene bemoles que un sujeto político que hurtó a los españoles la soberanía a la hora de decidir en un tema tan capital como la amnistía para unos delincuentes y un prófugo, se ampare en España y en su interés general para justificar lo que es imposible a la luz del sentido común y de la lectura del texto constitucional. Es una afrenta en toda la regla a la más elemental inteligencia andante.
Claro que el amanuense de su discurso ante sus pares, entregados y babeantes, la mayor parte de ellos deudos de un sueldo en dinero público, le hizo caer en la trampa. «No tenía pensando hacer lo que voy hacer, pero hay que hacer de la necesidad virtud». Claro, de su necesidad de continuar siendo presidente, incluso para evitar así sentarse ante algún banquillo y en el mejor de los casos, poder seguir disfrutando del dinero de los españoles. El amanuense volvió a jugarle una mala pasada.
«Voy hacer lo que voy hacer, también, para no dar una segunda oportunidad a Feijóo y Abascal», y se quedó tan ancho en su subconsciente de cordón sanitario en una pura imitación al más antidemocrático e inexportable Zapatero.
Es un texto político que pasará a los anales más abyectos de la reciente historia de España, en donde su alma de sátrapa mentiroso compulsivo queda tendida al sol. A lo largo de abigarrados siglos hispanos, sólo unos cuantos gobernantes se atrevieron a confundirse personalmente con la nación y a camuflar sus intereses personales con los del pueblo: Fernando VII, el general Primo de Rivera o el general Franco, por citar algunos de los más recientes y conocidos. A ellos hay que sumar ahora un tal Pedro Sánchez, que, para salvar a España y en el nombre e interés de España, se alía con aquellos que desean que España perezca de una vez por todas.
¿Se necesita mayor capacidad de felonía para entrar en el averno de la historia?
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
4 de noviembre 2023.