Ante el descomunal espectáculo (muy caro para los contribuyentes, por cierto) que el sanchismo está protagonizando con sus trinques a gogó, al que debe tener más divertido es al ex presidente Mariano Rajoy. Para los muy cafeteros recomiendo que se lean su intervención parlamentaria cuando, el 1 de junio del 2018, resultó triunfante la moción de censura que le presentó Iván Redondo por cuenta de Pedro Sánchez.
Rajoy, en un estilo irónico demoledor, avanzó lo que pasado el tiempo le ocurriría al PSOE de Sánchez y a su principal edecán. Ahora está tronchándose de risa. Mariano Rajoy fue sacado del Gobierno por un caso de corrupción en el PP del que no era responsable. Sánchez caerá por distintos asuntos de los que sí es responsable, bajo la sombra de la corrupción.
Ante la marea desatada por el caso Koldo, el ex ministro Ábalos ajusticiado por Sánchez tiene ante sí la solución de cantar la traviata y decir, por corto y por derecho, que su jefe lo sabía todo.
Vuelvo a subrayar que para este columnista el caso Koldo y sus mascarillas es un caso obsceno, por cuanto el pueblo español recuerda que en aquellas circunstancias murieron más de 300.000 personas. Pero lo realmente mollar desde el punto de vista del jurdó son, sin duda, las maletas de Delcy y aquel viaje nocturno para recepcionarlas en el aeropuerto de Madrid Barajas, asunto éste sobre el que se echó un tupidísimo velo.
Tengo para mí que no tardaremos mucho en conocer lo que ocurrió con aquel vergonzoso episodio sucedido precisamente en territorio europeo, que dio acogida a una sátrapa que llevaba la representación de un régimen genocida.
¡Habla, Ábalos, habla!
GRACIANO PALOMO
Publicado e OKdiario el 3.3.2024.