Ignoro, obviamente, la respuesta que ofrezca una mayoría de gallegos este domingo (18F) al llamado anticipado de las urnas, pero todo indica que la historia se repite, una vez más, al final de una campaña electoral que en estos momentos se antoja decisiva para el centro derecha en España.
Lo que a priori debería haber sido un paseo militar para el Partido Popular en el intento de mantener su histórico predio galaico, se ha visto trastocado por el error de autointroducir el tema de sus contactos (más supuestos que reales y desde luego fácticos) con los independentistas catalanes justo días antes de que los ciudadanos del noroeste dicten sentencia.
Oír a la portavoz oficial del PSOE, una tal Esther Peña, afirmar que «Feijóo se ha convertido en rehén de los independentistas» es algo tan enternecedor como necio. ¡La portavoz del PSOE de Sánchez hablando de rehenes de Puigdemont…! El exabrupto llegó a tal punto que Susanna Griso, que la entrevistaba, no tuvo más remedio que soltarle a la dama un zasca que la dejó paralizada.
Sin embargo, el problema en este asunto es del PP, no del PSOE. Porque ellos se han metido solitos (parecen ser ignorantes de cómo se las gasta la izquierdona) en un asunto letal para sus intereses. No hay que olvidar que han conseguido movilizar con el tema de la amnistía y los indultos a más de seis millones de ciudadanos en las calles y plazas de España. Quien ha demostrado en realidad ser rehén de Puigdemont no es otro que Pedro Sánchez y gracias al prófugo es presidente del Gobierno. Fin de la historia.
Es comprensible el inmenso enfado, colosal cabreo, que se puede describir entre las distintas direcciones del PP y aún más entre sus militancia y votantes. Nadie parece entender nada de lo que ocurre en la planta séptima de Génova 13 y aledaños. No han aprendido nada de la todavía reciente campaña electoral del 23J cuando nadie impidió, por ejemplo, que el líder Feijóo se metiera en la boca de la loba en RTVE justo cinco días antes de los comicios.
Si el PP gallego de Feijóo consigue mantener su absoluta hegemonía en Galicia, el error será amnistiable; si la pierde por el camino, mucho me temo que habría que volver a reandar lo andado.
¡Qué fatiga!
GRACIANO PALOMO
Publicado en OLKdiario el 17.2.2024