En la actualidad, son cada vez más las personas que se presentan a concursos de oposición, pero bien es sabido que opositar no es tarea fácil para nadie. El proceso puede ser un gran desafío para cualquier aspirante. Sin embargo, cuando hablamos de personas con discapacidad intelectual, este recorrido puede presentar obstáculos añadidos que requieren una perspectiva especializada y adaptada a sus necesidades.
Cabe destacar que, en España, el 7% de las plazas están destinadas a personas con discapacidad, y de éstas, un 2% para personas con discapacidad intelectual. Para optar a estas plazas, se debe tener reconocida oficialmente una discapacidad igual o superior al 33%. La convocatoria de oposiciones para personas con discapacidad intelectual, además, es independiente, contando con distintos procesos, exámenes y temarios adaptados a sus condiciones. Así pues, estos procesos buscan garantizar una igualdad de oportunidades para todos los aspirantes, fomentando una vía de acceso adaptada a las necesidades de las personas con discapacidad intelectual y, de esta manera, siendo un reto justo para todos.
Discapacidad intelectual y aprendizaje
Preparar y estudiar unas oposiciones conlleva un alto grado de planificación y compromiso; para las personas con discapacidad intelectual, estos factores pueden ser algo más complejos. De manera habitual, deben adaptar su método de estudio a sus necesidades específicas.
No podemos olvidar que la discapacidad intelectual se caracteriza por limitaciones en el funcionamiento cognitivo. Por ello, de cara a opositar, esto significa que las personas con discapacidad intelectual pueden tener mayores dificultades para procesar grandes volúmenes de información o enfrentarse a teoría de alta complejidad.
De este modo, un aspecto fundamental para enfrentarse a la comprensión del temario está en la adaptación y simplificación del mismo, ya que los materiales y temas educativos suelen ser densos, complicados y técnicos. Por ello, es necesario utilizar un lenguaje claro, información visual o esquemas que faciliten su aprendizaje y comprensión. También es esencial que puedan optar a recibir un apoyo pedagógico para organizar y preparar sus estudios; además, la presencia de un tutor especializado puede favorecer y facilitar su aprendizaje.
Centros de preparación especializados
Para asegurar una preparación óptima, las personas con discapacidad intelectual se inclinan por inscribirse en entidades o centros especializados en formación diseñados para trabajar y apoyar a este colectivo. En la actualidad, la igualdad de oportunidades es vital y estos entornos de aprendizaje facilitan una educación adaptada e inclusiva.
En este punto, es recomendable que las clases impartidas cuenten con grupos reducidos para permitir una atención más individualizada y adecuada al ritmo de cada estudiante. Los tutores y profesores especializados son un aspecto clave ya que están capacitados y familiarizados con métodos de enseñanza que benefician la comprensión y el aprendizaje. Además, en estos centros trabajan con ejercicios prácticos y simulaciones de exámenes para que los alumnos se enfrenten a las pruebas con éxito y seguridad.
Aparte de los centros especializados, las personas con discapacidad intelectual también pueden optar por preparadores personales que les ayuden en el estudio de sus oposiciones. De igual manera, se les facilita un temario adaptado y organizan simulacros para familiarizarse con los exámenes y pruebas futuras. Esta opción es, de igual manera, efectiva y positiva para incidir en su aprendizaje de cara a las oposiciones. Además, desde algunas entidades que trabajan por la inclusión sociolaboral de las personas en riesgo o situación de vulnerabilidad psicosocial, se ofrecen programas de inserción laboral para apoyarlas en la preparación de cualquier examen de oposiciones. Estos centros, fundaciones o entidades suelen ofrecer orientación laboral, asesoramiento legal y cursos de formación, que serán piezas clave para conseguir el éxito en estas pruebas.
Por otro lado, cabe destacar que contar con la metodología de estudio adecuada es clave para el éxito. Las técnicas de estudio para personas con discapacidad intelectual deben adaptarse a sus capacidades cognitivas. Algunas herramientas útiles pueden ser el uso de herramientas visuales, simulacros de pruebas, estudio constante y progresivo, así como apoyo y refuerzo.
Los simulacros de exámenes permiten a los opositores reducir la ansiedad de enfrentarse a las oposiciones; también sirven para detectar las áreas en las que necesitan refuerzo. Tener la oportunidad de practicar en las mismas condiciones a las que se enfrentarán el día de la prueba real es un método efectivo para sentir confianza en sí mismos.
Sin embargo, también es esencial que cuenten con un apoyo motivacional y emocional. La preparación para unas oposiciones suele ser un camino largo y complejo; el apoyo emocional les ayuda a mantener una actitud positiva para superar los momentos de frustración. Este tipo de apoyo y refuerzo en la autoestima aumenta las probabilidades de éxito.
Inclusión laboral
Prepararse para una oposición es todo un desafío. Gracias a medidas más accesibles y adaptaciones en los exámenes, las personas con discapacidad intelectual pueden realizar este proceso de manera justa e igualitaria al resto de candidatos. Con las técnicas y herramientas adecuadas, estas personas pueden superar las oposiciones y acceder a empleos públicos, logrando, de esta manera, una mayor integración laboral en la sociedad, además de demostrar que, con adaptaciones y el apoyo necesario, no hay límites en el éxito profesional.
ANA DOMÍNGUEZ
Psicóloga del Centro de Formación para el Empleo de FUNDACIÓN JUAN XXIII