Si finalmente se perpetra la cacicada en el Tribunal Constitucional dejando sin efecto la condena a Magdalena Álvarez Maleni, condenada por estar hasta el corvejón en la trama más corrupta de Europa (ERES), habrá que concluir que algo muy serio está ocurriendo en la España de Sánchez.
Fue precisamente éste el que anunció en un mitin hace veinte días que Maleni, la graciosa malagueña que también las hizo gordas en un banco oficial de Europa, sería exculpada de la inmensa corrupción por el Tribunal Constitucional donde cuenta no sólo con el presidente, el siempre sospechoso Conde Pumpido, sino por varios miembros del PSOE con especial incidencia en Juan Carlos Campo, íntimo amigo de los ex presidentes socialistas andaluces.
Tras Maleni vendrán Chaves y Griñán, si es que alguien no lo remedia. Insisto: si todo ello se perpetra, y tiene todos los visos, el tribunal que debe ser garante de la aplicación de la Constitución habrá fenecido para siempre. ¿Qué pueden hacer jueces y fiscales que en su inmensa mayoría están en contra de todo lo que está ocurriendo a la hora de impartir Justicia? Supongo que ellos lo sabrán mejor que nadie. A mí sólo se me ocurre Europa. Ya sabemos que por aquellos lares son lentos, premiosos, pero justos.
Si los culpables políticos del mayor caso de corrupción de toda Europa, ERES andaluces, con más de mil millones de euros defraudados, entre otras cosas para «asar vacas con billetes de 500 euros», son ahora exculpados después de haber sido condenados en juicios con todas las garantías, será palmaria la afirmación que en España hay dos justicias: una para los socialistas y su dirigencia y otra para el común de los mortales ciudadanos.
Estamos ante el mayor latrocinio judicial que este veterano columnista pueda recordar.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 23.6.2024