Mientras los que se llevaron más de mil millones de euros de los desempleados andaluces para putas y cocaína, entre otros destinos, son exonerados por el Constitucional de Pumpido (lo de «tullido», como se le reconoce en los ambientes judiciales), doña Begoña (la «presidenta», según medios sanchistas) vive en un sin vivir porque el juez Peinado está empeñado en depurar responsabilidades en su presunto enriquecimiento desde el palacio de la Moncloa.
Medio año después de que la prensa libre descubriera actividades sorprendentes, el matrimonio imperial español no ha dado explicación alguna respecto a los casos concretos donde ha participado utilizando, obviamente, su posición política relevante al lado del jefe del poder ejecutivo de España. Esto es lo mollar, no permitamos que los señuelos monclovitas hagan poner la yema del dedo en otras menudencias.
La cuestión es meridiana. ¿Cómo consiguió la señora Gómez su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid? ¿Qué tipo de relación económica mantuvo la esposa del primer ministro con Carlos Barrabés? ¿Intervino o interviene doña Begoña en ayudas gubernamentales en distintas subvenciones o adjudicaciones a terceros? Hasta la fecha el presidente del Gobierno y su entorno (Begoña está silente y asustada, según puede colegirse) se han limitado al «no hay nada, nada de nada, sólo fango», pero sin bajar a la sustancia de las acusaciones que ponen en almoneda la utilización del poder por parte del sanchismo.
El primer encuentro de la señora Gómez ante el juez Peinado (¡no saben cómo meterle mano al juez después de pinchar los ataques ad hominem sobre sus dos DNI y sus inexistentes posesiones!) vino a demostrar hasta qué punto están preocupados en el cogollo gubernamental. Más de 200 policías, lecheras a gogó, helicópteros y drones para impresionar a su señoría y por extensión dejar claro al poder judicial quién manda en España. ¿Cuánto costó al contribuyente esa operación policial destinada no a la protección de la señora sino a mandar un mensaje de amedrantamiento, como así lo han entendido dentro y fuera de ese Poder Judicial?.
Resumiendo, todo muy democrático…
Un asunto capital en el caso Begoña: ¿Era socia de Inmark cuando el Gobierno presidido por su marido concedió 7 millones de euros de subvención a dicha empresa? ¡Responda!
La cosa está clara: no dan explicación alguna sobre nada. ¿Por qué? Porque no pueden.
PD. Y del hermano músico, ¿qué? Suena la misma melodía…¿No se les ocurre tomar nota de lo que ha hecho más recientemente, por ejemplo, Nacho Cano? Convocar a toda la prensa y exponer su verdad.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 13 de julio 2024