Dicen y aseguran que hay nueve federaciones socialistas dispuestas a plantar cara a Sánchez (¡quiero verlo y comprobarlo!) en el vidrioso y escandaloso asunto de la entrega de la soberanía fiscal a los independentistas catalanes a cambio de colocar al muñeco Illa al frente del Gobierno autónomo catalán.
Comprendo el escepticismo general al respecto de que pueda darse una rebelión interior como para poder mandar a Sánchez a paseo por segunda vez y sin posibilidad de retorno. El sátrapa del PSOE, perfectamente confundido ya con la gente neocomunista de Sumar, incluso con los independentistas de cualquier territorio, lleva ya seis larguísimos años haciendo de su capa un sayo, liquidando las señas históricas de la socialdemocracia fundada por Felipe González, mintiendo y engañando a sus votantes y a muy pocos les ha parecido conveniente poner el grito en el cielo. Es verdad que ahora su pacto con los que desean fervientemente la voladura de España, convertir nuestra nación en un guiñol, afecta de plano al resto de los territorios porque el dinero que se trinken habrá que descontarlo al resto de las autonomías.
Yo no tengo por qué hacer ningún llamamiento a nadie. Mucho menos a los que abrevan con mis impuestos y el resto de los contribuyentes. Los dirigentes socialistas sabrán qué papel les reserva la historia en estos momentos cuando el Estado ha sido puesto en almoneda. Ellos sabrán lo que tienen que explicar a sus votantes si, finalmente, la melonada criminal sanchista se sale con la suya.
No es la primera vez que desaparece un partido político con siglo y medio de existencia. El columnista constata, que no le afecta. Si García Page dice en esta ocasión verdad nos tendrá que demostrar que al menos cuenta con alguna auctoritas entre sus conmilitones y que es capaz, por una vez, de pasar de la lírica a los hechos.
GRACIANO PALOMO
Publicado en Okdiario el 4.8.2024.