El cuarteo de la sociedad estadounidense no es peor que el que sufre la sociedad española. Cualquier ciudadano medianamente preocupado por las cosas públicas debería seguir con atención las cosas que suceden en el país decadente todavía líder del mundo libre.
Hay algo que, tras el atentado al aspirante republicano, llama poderosamente la atención: Donald Trump pidiendo «unidad» a la nación norteamericana, después de haber sido uno de los presidentes más divisivos de la corta historia de la gran potencia del llamado Nuevo Mundo.
El atentado que buscaba que Trump pasara a la historia de presidentes caídos bajo las balas asesinas ha conseguido irónicamente el efecto contrario. El fallido magnicidio ha unido a todos bajo la bandera de las barras y estrellas al grito de «¡USA, USA, USA!». Por eso, a lo largo de su violenta historia, los Estados Unidos de América permanecieron como nación y aún hoy en día son los que muestran el camino al resto de las naciones del mundo libre, es decir, Occidente.
La división del pueblo español es mucho más grave que la que padece los Estados Unidos; mucho más. Porque los intentos de secesión mediante un golpe de Estado fracasado se hacen sobre la piel de la más vieja nación del mundo y porque desde el Gobierno se ha propiciado y se propicia levantar un muro que haga irreconciliables a los españoles entre sí.
Hasta un populista atrabiliario como Donald Trump está marcando el camino al más pernicioso de los jefes de Gobierno habidos hasta la fecha en España, junto con Rodríguez Zapatero. Siempre pensé que ZP era un personaje sin las más elementales condiciones para dirigir el país y también pienso que Sánchez es el más funesto presidente habido por perverso. La Historia les juzgará severamente a los dos.
Urge disponer de un presidente del Gobierno que se imponga como primer objetivo volver a unir a España como lo ha estado en otras ocasiones a lo largo del último medio siglo. Sánchez está descartado de por vida y el que venga lo desconocemos aunque alguna idea podemos tener al respecto.
El líder que ha mantenido unidos el país no es otro que el rey Felipe VI. Y lo ha hecho contra viento y marea. Eso al que suscribe le insufla mucha confianza en el futuro.
GRACIANO PALOMO
Pub licado en OKdiario el 21.7.2024