Resulta realmente enternecedor el repaso que le suele propinar con ocasión y sin ella el que fuera «dios» socialista (veinte años como secretario general del PSOE y catorce como presidente del Gobierno), Felipe González, a José Luis Rodríguez Zapatero, al que de una forma u otra acusa de ser el inspirador de Pedro Sánchez y asesor del dictador venezolano Nicolás Maduro.
Zapatero fue diputado culiparlante de Felipe durante varios lustros y en casi veinte años no se le conoció nada relevante, salvo jugar al mus con su amigo Julián Lacalle, un intrigante navarro de enormes ancestros franquistas.
El ataque del sevillano, envuelto en chacota y un demoledor descojono, es de enorme actualidad porque, en efecto, ZP envalentonado se ha convertido en faro y guía del sanchismo a la desesperada. Si un ciego conduce a otro ciego…
Personalmente, se lo he dicho a él en ocasiones varias, no tengo nada contra Zapatero y no termina de creerlo. Políticamente, sí. Quiso iniciar una segunda transición en un país que no lo pedía y ahí empezó el descuajeringue de la gran España constitucional que fue enterrada el pasado jueves en el Congreso de los Diputados al establecer un amplio campo de impunidad para golpistas, malversadores y amantes del feudalismo. Zapatero es en gran parte culpable. Hay millones de españoles que no le perdonan sus fechorías políticas al revivir la Guerra Civil y, posteriormente, su alineamiento total con los genocidas caribeños, algo que millones de seres humanos no le perdonarán jamás. Y todavía no ha explicado de qué vive y quién o quiénes pagan sus viajes y su modus operandi. En su vademécum histórico, el leonés/vallisoletano siempre llevará impreso haber sido el personaje que llevó a España a la quiebra y de paso radicalizó como nadie a un país que sólo deseaba vivir en paz y en libertad.
En cualquier caso, hay que escribir la verdad. Zapatero, en el peor de los casos, no alcanza la maldad personal que durante casi dos lustros viene iluminando al iluminati Sánchez. Y Sonsoles se dedicó a tocar el arpa. A cada uno lo suyo.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 1.6.2024