Siempre he creído con algunos datos que Sánchez ha soñado en multitud de ocasiones en convertirse en un caudillo de Tetuán, popular barrio madrileño donde nació y donde aprendió a convertirse en un trilero. Jamás trabajó en la empresa privada y su concepción de la vida política dista mucho como está comprobado de seguir los consejos de Alexis de Tocqueville.
Ha roto con la tradición democrática de consensuar el gobernador del Banco de España con el principal partido de la oposición y, aunque criticó en su día el nombramiento del nefasto Miguel Ángel Fernández Ordóñez por parte de su cuate Zapatero, ahora ha dado un paso más.
¿Por qué ha elegido a José Luis Escrivá, fracasado como ex ministro de las pensiones, superfracasado como ministro del funcionariado y de la IA, para ocupar un puesto clave de análisis y recomendación en la economía española? Sencillamente, porque el hombre que sacó Rajoy del BBVA (brindaron con champán el día que se fue) para colocarle al frente de la AIReF es uno de los más genuflexos ante el dios monclovita. Escrivá hará lo que Sánchez le diga y de su cacareada independencia no queda ni rastro. En realidad jamás fue «independiente» y mucho menos después cuando vendió su alma profesional para ser un activista político a las órdenes de Sánchez y codo con codo con los podemitas de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Nada tiene de extraño que los profesionales del Banco de España se hayan llevado las manos a la cabeza cuando han comprobado que el jefe del Gobierno ha consumado su amenaza. Pensaba que no se atrevería y se ha atrevido. Hechos consumados y a partir de ahora reclamaciones al maestro armero.
Esto es lo que hay. Nada de cientifismo, nada de independencia y las críticas y observaciones que hizo el BdE cuando lo mandaba Hernández de Cos desaparecerán por arte de magia. ¡Todo a los pies del imbatible césar!
Me pregunto qué dirán sus colegas europeos cuando acuda en representación del Banco de España este Escrivá cuyo único mérito es montar numeritos histéricos a sus subordinados. Sus broncas y salidas de tono si pasarán a los anales de un sujeto que supo entender, eso sí, que para permanecer al lado de Sánchez y ser ascendido lo mejor es bailarle el agua y ser un sumiso servidor, no del Estado, sino del sujeto en cuestión.
– ¿Sabes cómo le llamamos ya a Escrivá?, me pregunta un veterano profesional de la casa.
-No, respondo.
-El okupa, señala el funcionario.
Resumiendo, ¡vivir para ver!
P.D.: La única dirigente de la banca que ha corrido solícita en apoyo del nuevo gobernador ha sido Ana Patricia Botín. Por ahí, ninguna sorpresa. Fiel a su estilo.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 7.9.2024