Mientras su Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones es un caos sin paliativos, el ministro Escrivá, tiene lo que tanto buscaba: su minuto de gloria. Aquel hombre que pasó por el BBVA y luego Rajoy le nombró presidente de la AiReF -¡menudo ojo!- iba a dar con el bálsamo de Fierabrás para que un asunto tan capital (las pensiones de hoy y del mañana) y resulta que el parto del estadista no era otra cosa que un ratón.
Presionado por la Unión Europea, Escrivá y el Gobierno no han hecho otra cosa que una faena de aliño para ir tirando y después el que venga atrás que arree. El descaro en su propaganda es tan grandioso como el hecho de recurrir a las empresas de cualquier signo y distinción y a los trabajadores -da lo mismo su naturaleza- para intentar llenar un agujero insostenible. Para ese viaje desde luego las alforjas sobran.
El plan Escrivá durará menos que la propia caja de la Seguridad Social ante diez millones de prestatarios. Se lo han dicho todos los que saben de cuentas, cifras, y números. Desde Fedea al resto de organismos independientes que son especialistas en estas cuestiones. Y, desde luego, hasta que llegue al poder otro Gobierno con calculadora y dos dedos de frente. Por si fuera poco, el trágala viene en forma de decreto que es la forma de gobernar que más aprecia el autócrata de la Moncloa. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que un asunto de tal calado y naturaleza puede durar contra la voluntad decidida de los empresarios -que son los que crean empleo-y el conjunto de las formaciones en la oposición en contra?
No hace falta haber pasado por Stanford, ni Wall Street, para saber que las pensiones de los españoles se garantizan de una única manera: creando empleo. Y mal se puede crear empleo exprimiendo a los que lo crean. Lo dicen las mejores cabezas del país: España necesita imperiosamente crear 1.700.000 empleos que coticen a la Seguridad Social y llenen su ya inmenso déficit en forma de clamoroso agujero.
Tan sencillo como lo que decía Escrivá y está acreditado cuando trabajaba para el BBVA y luego para la Autoridad Fiscal Independiente. Por una cartera ministerial esté feliz ministro -imitando a su jefe- ha demostrado ser capaz de cambiar lo que ha pensado y propuesto a lo largo de su vida por dar satisfacción al que le ha sentado en el Consejo de Ministros.
¿Qué han hecho los españoles para merecer esto?.
GRACIANO PALOMO
Publicado en o.k.diario
Sábado 18 de marzo 2023