Si Sánchez logra ser investido no podrá obviar el enorme contrapoder que el PP tiene en las instituciones autonómicas y locales. Casi 200.000 millones de presupuesto y 2.000 altos cargos. De ahí que no tiene mucho sentido desde la lógica democrática que el 28 de mayo los españoles votaran hacia la derecha y mes y medio después hacia la izquierda.
Es el país y el paisanaje que Dios nos ha dado. Si se observa y analiza con atención lo ocurrido en otros países del contexto europeo, cuando se ha producido un hecho como el actual español se podrá concluir con justeza que al Gobierno nacional le queda poca vida. Un Estado como el español actual es de una complejidad enorme y desde luego con las instituciones enfrentadas no habrá salida alguna. La oposición de centroderecha controla la mayor parte del poder autonómico, la mayor parte de las capitales de provincia, diputaciones y el Senado. Puede maniatar, tal y como está el grado de enfrentamiento entre el PSOE y el PP, cualquier iniciativa, aunque Sánchez ha demostrado ser un felino a la hora de burlar la ley en interés propio.
Es obvio que si Feijóo no consigue -¡difícil lo tiene, francamente!- la investidura, acto seguido tendrá que montar una estrategia de desgaste para dinamitar el Frankenstein II en el menor tiempo posible. Pero, sobre todo, debe mantener unido al PP, donde hasta ahora sólo se ha dado algún grito fuera de lugar, lógicamente interesado, por haberse quedado fuera de las listas.
Tampoco debería abusar de su condición de amo territorial porque éste es un país de gente extraña en el que nunca sabes por dónde vehicula la riada. Se ha podido comprobar si se comparan los resultados del 28M con los del 23J. ¿Me han entendido?
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Sábado 12 de agosto 2023.