Confirmado el apoyo de Bildu a la teórica socialista Chivite (era un clamor) ahora la pregunta estriba en qué será dentro de pocos años el Viejo Reyno de Navarra.
Un territorio básico para el expansionismo vasco en manos de Bildu a no tardar. Conozco bien aquella tierra desde el inicio de la Transición y paso a paso los abertzales violentos se han ido abriendo camino hacia su hegemonía en un territorio que nada tiene que ver históricamente con el País Vasco. La división de la derecha y, sobre todo, la traición navarra del socialismo han conseguido que los euskaldunes se traguen una tierra españolísima desde primera hora.
Hasta hace muy pocos años la representación política en Navarra era un 75% constitucionalista y un 25% del resto. Gracias a los Santos Cerdán y Marías Chivites las cosas se han invertido peligrosamente. Siempre se dijo que el día que cayera el Viejo Reyno, caería España. Les quedan algunas jornadas para ello, pero no mucho tal y como está el adoctrinamiento en escuelas, colegios, universidades y la penetración en la sociedad civil navarra por parte de los herederos políticos de ETA.
El señor Esparza tiene una gran responsabilidad en ello. Yo asistí a la fundación de Unión del Pueblo Navarro a manos de Jesús Aizpún después de haber sido traicionado por el entonces presidente Adolfo Suárez con una enmienda en la Constitución relativa a la posibilidad de incorporar este territorio al País Vasco mediante una consulta. Me parece que aquel espíritu fundacional en UPN se ha ido alejando para ser más táctico y más bobo. Porque con los expansionistas vascos no caben artimañas ni ridículos pasodobles.
Pero, sin duda, la gran traición a Navarra ha sido la perpetrada por los socialistas, primero por parte de Rodríguez Zapatero y posteriormente por parte de Sánchez. Pero, cuidado, este territorio es mucho territorio como para despreciarlo en un intento de dar «espacio vital» a otro que ansía deglutirlo por las patas.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Domingo 13 de agosto 2023.