Podrá decir el Gobierno lo que le venga en gana, pero la calculadora no miente. La deuda pública en España acapara cifras desorbitantes, un 112% del PIB y subiendo. En cifras absolutas se estima en un billón y medio de euros.
¿Dan esos datos ocasión para sacar pecho y presumir de algo? Definitivamente, no. Todo el mundo con un mínimo conocimiento sabe que los gastos desorbitados, por cuenta corriente y lejos de la llamada «economía productiva» que el Gobierno del señor Sánchez viene repartiendo de diferentes formas y maneras (y presumiendo de ello), han engrosado una deuda impagable que tendrá su impacto en el devenir de las próximas generaciones. Europa se lo ha permitido por mor de la pandemia y otras calamidades, lo cual no desmerece el calificativo de estar ante una «economía dopada». Los progubernamentales de la izquierda no son capaces de otear el horizonte con una visión mínimamente objetiva. Sus anteojeras sólo les señalan lo que desean ver más allá de cualquier realidad tangible.
España, en el presente ejercicio, según datos de Eurostar, del Banco de España y de la Airef, pagará 44.000 millones de euros sólo de los intereses de la deuda, que se incrementará una vez que los tipos de interés decretados por el Banco Central Europeo (BCE) vuelvan al alza como tiene anunciado la propia presidenta, Christine Lagarde. Sánchez y sus corifeos se empeñan en restar importancia y peligro a las advertencias diarias que reciben de un lado y de otro. Tienen la fortuna de que la herencia que dejen tendrán que administrarla otros en forma de hiperbólicos «ajustes», es decir, lo mismo que tuvo que hacer Rajoy cuando abrió la caja fuerte que le dejó el innombrable Zapatero y con un déficit casi cuatro puntos por encima de lo que había declarado a la Comisión Europea. Lo escribiré de otro modo: a partir del 1 de enero de 2024 el Gobierno, tanto sea con Sánchez al frente o con Feijóo, tendrá que mandar parar un gasto insostenible.
Otro dato: el Gobierno de Pedro Sánchez es el que más aumentó la deuda desde el 2019 y respecto al Producto Interior Bruto de toda la Unión Europea. Trata de escamotearlo parapetándose en el virus, el volcán canario y la guerra en Ucrania. Ha hecho creer que la fiesta continuará, sólo habla de derechos en un ejercicio de podemismo puro y duro, tratando a los ciudadanos como si no tuvieran ojos para ver y oídos para escuchar. Luego, si consigue seguir en el machito, dirá que ha «cambiado de opinión» un eufemismo para evitar decir que miente y sigue mintiendo. Ésta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad.
P. D. El gasto político ha aumentado en más de 39.000 millones, mientras el Gobierno se beneficia del récord en la recaudación de impuestos como nunca se vio por estos lares.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Sábado 24 de junio 2023.