Se veía venir tras las informaciones publicadas y nunca desmentidas (sí insultadas) por la Presidencia del Gobierno, ni por el jefe, ni por la jefa.
El juez Peinado, que le ha puesto un par redondito a su instrucción, ha tenido que salir a la palestra ante las inmisericordes críticas del sanchismo enloquecido acusándole de dictar autos políticos. ¿Quién ha dicho, dónde está escrito, que en época electoral un juez en ejercicio no puede ejercer sus funciones? ¿Dónde? En ningún sitio.
Lo que está claro es que Begoña Gómez es la gran artista del momento. No solo en España, sino en toda la prensa mundial, incluida la africana. ¿Y con qué palabra se le agasaja? ¡Corrupción! En Moncloa se han enterado, sin duda, pero prefieren llamarse a andanas. Han estirado tanto la cuerda de la exageración y de la impunidad presidencial que se ahorcarán con esa soga.
Resulta que cuando investiga la UCO, jueces y fiscales (pocos valientes) es una conspiración para derribar a un gobierno legítimamente constituido; cuando lo hace la Fiscalía de la Unión Europea se callan como muertos porque sus mentiras y embustes no calan por esos lares.
Sánchez, además, durante esta semana, ha dejado claro quién es la que manda en el palacio de la Moncloa. Su mujer. Tampoco es una novedad para los medianamente enterados, pero es que tras su salida oficial a los mítines en plan primera ministra se ha oficializado el estatus. Algo se derrumba en el búnker sanchista. Y lo saben.
En cuanto el tapón del poder salte por los aires verán ustedes cómo empiezan las ratas a abandonar el barco. Todavía no les queda claro que Pedro Sánchez pueda ser pronto un ex; y es por ello, sólo por ello, que no le empujan hacia el abismo. Saben cómo se las gasta.
Y a estas alturas de la peli de doña Begoña todavía no se han referido ni han explicado ninguno de sus procederes tendentes al forre con dinero público (lo tienen más fácil) y lo que pueda caer del privado. En esas seguimos…
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 8.6.2024