Los españoles que pudieron (Carmen Calvo dixit) y los que quisieron decidieron aprovechar la sofocante canícula que envuelve la península ibérica y sus islas para olvidarse por unos días del triste panorama que les alumbra.
Ha llegado el momento de plantar cara a la realidad. ¿Qué realidad? Los precios de los combustibles marcan récords históricos y ya sin descuentos. El precio de los productos básicos, azúcar, pan, aceite, hacen imposible para millones de conciudadanos mantener una vida normal y asegurar una cierta esperanza de cara al futuro. Pocos son los que hablan del día a día de unos contribuyentes en gran número de casos asfixiados a impuestos y tasas mientras las cinco administraciones públicas que padecemos ofrecen servicios cada día peor, si exceptuamos la Sanidad.
El próximo Gobierno que presidirá Pedro Sánchez y marcará nuestros destinos como nación y como gran colectividad se propone como objetivos máximos amnistiar, blanquear, condonar deudas contraídas con todos los españoles precisamente a seres que se muestran cada día como auténticos enemigos del Estado que les da todo eso; por no tener un poco de cordura hasta plantan al Rey en las consultas preceptivas establecidas por la Constitución y las leyes.
Siempre hay señuelos; hoy es el beso del maloliente Rubiales; mañana será algo en algún programa de Jorge Javier. El circo ibérico, en efecto, continúa su galopante marcha hacia ningún lado.
Un país con alzhéimer colectivo (demostrado) tiene mal futuro. Mucho más si lo que impera es la anécdota sobre la categoría. La cosa viene de antaño, pero como vino se puede ir. Sin embargo, es difícil vislumbrar alguna capacidad mediática, mucho menos liderazgos políticos y sociales como para ponerse al frente de una regeneración que antes que nada pasa por la sensatez, mediana cultura y decisión patriótica.
Ahí lo dejo. Por hoy.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Domingo 27 de agosto 2023.