El Tribunal de Cuentas acaba de poner el acento en la enorme llaga de la Seguridad Social, que de ser una empresa privada estaría sencilla y llanamente en la quiebra más absoluta.
Desde que en 2017 la Tesorería General de la Seguridad Social entrara en terreno negativo, el butrón no deja de ensancharse y autoalimentarse. Por sexto año consecutivo (el tiempo que Sánchez lleva al frente del Gobierno) el órgano fiscalizador emite un severo informe urgiendo al Ejecutivo a tomar las «medidas pertinentes» para atajar una sangría de proporciones gigantescas.
En el ejercicio 2022, siempre según el Tribunal de Cuentas, la Seguridad Social cosechó un patrimonio neto negativo de 88.759 millones de euros. La sima se ensancha con más de 20.000 millones cada 12 meses y creciendo. Es el resultado de la irresponsabilidad del Gobierno de Sánchez, que subió las pensiones con criterios electorales un 10%, lo que le permitió en 2023 mantener sus posiciones. La Unión Europea lleva mucho tiempo alertando sobre este asunto sin que, al parecer, al Gobierno de izquierdas le importe una higa. De hecho, en los últimos meses el patrimonio neto negativo creció en 10.000 millones de euros.
Un Gobierno responsable hace tiempo que hubiera dicho a los casi 11 millones de pensionistas la realidad de la situación. Frente a ese agujero negro que como un gran forúnculo se va extendiendo a medida que pasa el tiempo, Sánchez juega con ellos y reparte pan para hoy y asegura mijagas para mañana.
Las pensiones en España suben más que las cotizaciones sociales. El coste se ha disparado un 75% durante los tres últimos años. Con ese dato está todo dicho.
Es lo que tiene tener un Gobierno tan irresponsable como majadero. El lobo acaba llegando…
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 30.6.2024