El socialista (PSA) de toda la vida y familia, Luis Rubiales, el hombre que se creía impune, ha decidido plantar cara –la mejor defensa es un buen ataque- a todos los intentos de mandarle a galeras con deshonor.
Rubiales nunca hubiera hecho una carrera rutilante y multimillonaria en el mundo del fútbol sin el apoyo incontestable del PSOE con el que le une desde tiempos inmemoriales fuertes lazos familiares. Ya saben, La PSOE… Si se observa bien, durante su alegato en forma de discurso ante la Asamblea de la RFEF, entró a saco contra las podemitas –Díaz, Montero, Belarra- pero no osó siquiera meterse con un solo dirigente socialista. Todo el mundo conocía, porque él alardeaba de ello, de sus estrechas relaciones con Pedro Sánchez… Hasta que estalló la burbuja.
El cristo que se ha montado a propósito del «piquito» con la tal Hermoso –antes dijo una cosa, ahora la contraria-deja pocos resquicios para la duda: Luis Rubiales será sacrificado en el altar de la mayoría conjurada para poner fecha y hora a un personaje francamente inexportable que terminó por creerse que es de verdad. Insisto, Rubiales ha podido perpetrar todas las fechorías económicas tabuladas por los medios, sencillamente porque ha contado con el aval del poder político. Resulta curioso, sin embargo, que la más que presunta corrupción económica no importara a nadie de los que mandan en España y si el «piquito» en un momento de euforia. ¿Qué está pasando aquí hasta el punto de provocar el affaire programas especiales en RTVE?.
Los comportamientos chabacanos, chulescos, macarras de Rubiales no son de ahora. Llevan todo un lustro perpetrándose. Al Gobierno en funciones de Sánchez el asunto, como antes el asesinato a manos de Daniel Sancho en Tailandia, le viene de perlas, mientras se conjura con secesionistas y bilduetarras para seguir en el machito. Así que mientras presume de duro con uno de los nuestros (Rubiales) poco a poco se acerca a cuatro años más de poder omnímodo que escribirán una línea roja entre la España que fue y el Estado que dejó de ser.
La resistencia de un pillado in fraganti le viene de maravilla a Sánchez. Mientras los telediarios abran con el Rubiales impresentable, es más fácil distraer a los españoles de lo duro que se ha puesto la vida para millones de ellos.
Rubiales, impresentable, señuelo, para tipos más listos que él. Rubiales, usar y tirar.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Domingo 27 de agosto 2023.