Acción en comunión piden los obispos españoles, para afrontar los desafíos de nuestros tiempos. La estrategia “torpe” del “divide y vencerás” puede beneficiar a los intereses de algunos, pero debe ser siempre superada.
22 de noviembre 2022.- El cardenal Juan José Omella Omella, en la apertura de la Plenaria de la Conferencia Episcopal española, expresó sus saludos correspondientes al secretario general saliente de la Conferencia, Monseñor Luis Javier arguello, quien deja el cargo tras haber sido nombrado arzobispo de Valladolid. “Gracias, don Luis, – fueron sus palabras al despedirse del prelado – por tu entrega, por tu buen hacer, por tu talante, por tu ayuda, por tu actitud de escucha y tu bondad. Que Dios te bendiga, te guarde siempre en su paz y te ayude a ser un buen pastor de la Iglesia particular que te ha sido encomendada”.
Tomando el hilo de la próxima elección del secretario general, el purpurado habló de los tiempos que corren. Tiempos “no fáciles”, que exigen “grandes consensos”. En un discurso articulado el prelado llama a “atender y escuchar en un mundo que sufre”, subrayando la necesidad de encontrar confianza y empuje anímico para salir de la situación post pandémica, las guerras y la inestabilidad en varios ámbitos. En particular a los profesionales, empresarios, etcétera, pide “sostener la economía y hacer real la solidaridad con los más necesitados”. Es la hora de los hombres y mujeres de Estado que miran a largo plazo, – dice – de los que se atreven a tomar decisiones importantes para asegurar el bien y la prosperidad para las próximas generaciones y no el rédito partidista inmediato.
Desafíos urgentes son la recuperación del valor y belleza de la familia, fuente de estabilidad social, que ha ayudado a superar crisis en el país. El prelado expresa pesar por los dirigentes que siguen sin atender las necesidades de las familias, “y sin potenciar ni agradecer su valor para el bien de la sociedad”, y hace cuenta de una serie de situaciones que se presentan en el país europeo, a partir de los máximos históricos de los precios del alquiler. Siempre en el ámbito de la familia, resulta “imprescindible” la política de acogida “ordenada” a los inmigrantes, que pueden ayudar al déficit de nacimientos en el invierno demográfico que se atraviesa en Europa.
Aborda, entre otras cosas, el tema de los subsidios por falta de trabajo, destacando que no se puede dejar de lado “el drama del paro, la precariedad laboral y la creciente pobreza, ‘exclusivamente’ bajo el amparo de las familias y de las iniciativas civiles y eclesiales” así como tampoco “permitir que las políticas sociales, para atender debidamente a las personas dependientes o en situaciones de necesidad, se queden en discursos de buenas intenciones y no se ejecuten proyectos concretos”.
“La infancia, adolescencia y juventud muestra síntomas de sufrimiento”, afirma el purpurado citando causas reconocibles, como la inestabilidad familiar y la crisis de identidad provocada por las ideologías de género. Las iniciativas legislativas de los últimos meses no sólo “no ayudan a educar a los adolescentes y jóvenes en la belleza y en el sentido de la sexualidad” sino que “no potencian la responsabilidad de sus actos ni la valoración madura y sosegada sobre las consecuencias”. “Tanto la nueva ley del aborto como la denominada ‘Ley Trans’ – afirman los obispos españoles – inciden y afectan a los niños, adolescentes y jóvenes, que están en un proceso vital de madurez». Así, “la llamada autodeterminación de género, auténtica piedra angular de esta norma, no tiene fundamento médico ni científico, y supone transformar en ley el mero deseo de personas, en muchos casos jóvenes en proceso de madurez, que pueden ver comprometido seriamente su futuro con actuaciones para las que ya no existe vuelta atrás”.
Imagen: Card. Juan José Omella Omella, Presidente de la CEE