El Banco Farmacéutico recogerá fondos para ayudar a los pacientes que sufren pobreza farmacéutica. «Son gente que no podían hacer frente al coste de la receta y tenían que elegir entre comer o medicarse y, evidentemente, elegían comer»
Gracias a la receta electrónica, algunos médicos de los centros de atención primaria de Barcelona se empezaron a percatar de que había pacientes a los que se les recetaba un medicamento y no lo consumían. A través de los trabajadores sociales de dichos centros se descubrió que estas personas no podían hacer frente al coste de la receta y tenían que elegir entre comer o medicarse y, evidentemente, elegían comer.
Este tipo de pacientes sufren lo que se conoce como pobreza farmacéutica, que afecta a cerca de dos millones de personas en España. Son gente que ha tenido o tiene ingresos y que, por tanto, no tienen acceso a las recetas de aportación gratuita destinadas a gente sin recursos. Sin embargo, son gente cuyos ingresos no les llegan para cubrir las necesidades básicas y, ante esta disyuntiva, los dedican a la cesta de la compra.
Para paliar esta situación, la próxima campaña del Banco Farmacéutico (BF) va a cambiar su modus operandi y, en vez de recoger medicamentos sin prescripción médica, este año «recogeremos donativos para ayudar a este tipo de personas», explica Valentín de Grado, vicepresidente de BF, a Alfa y Omega.
«En cada farmacia que colabora con nosotros va a haber un voluntario que ofrecerá a los clientes un cupón por valor de 2,5 euros. Ese dinero irá directamente al Fondo Social de Medicamentos, que es a través del que se paga las aportaciones a la seguridad social de las recetas de los pacientes con pobreza energética», añade.
La campaña se celebrará el 10 de marzo en las farmacias de Barcelona, Madrid, Girona, Zaragoza, Lleida, Málaga, Tarragona y el 11 de marzo en Huesca y Teruel. Para llevarla a cabo, la asociación necesita más voluntarios que puedan ir a vender los cupones. También se pueden seguir apuntando farmacias para formar parte de la campaña. Tanto unos como otros se pueden inscribir a través de la página web: http://www.bancofarmaceutico.es/
Todo el dinero recaudado irá destinado a personas con pobreza farmacéutica, que son derivados al Banco Farmacéutico a través de los trabajadores sociales de los centros de atención primaria y de los centros de salud. «Se ponen en contacto con nosotros y nos proponen un plan de medicación para esas personas con pobreza farmacéutica y nosotros se lo garantizamos durante 6 meses. Y, pasado ese tiempo, estudiamos la posibilidad de renovárselo si es necesario y si contamos con los recursos», concluye Valentín de Grado.
José Calderero de Aldecoa @jcalderero
(Foto: Banco Farmacéutico)