(ZENIT – Roma).- Una nueva tragedia en el mar Mediterráneo se ha registrado este lunes 18 de abril, debido al naufragio de un grupo de cuatro barcos que transportaba al menos 250 personas y de las cuales solo unas 40 lograron llegar a las costas de Italia. La mayoría de los refugiados que estaban en el grupo de inflables se escapaban de Somalía, Etiopía y Eritrea
Lo notificó el ministerio de Información de Mogadicio, refiriéndose al servicio de la BBC, que hablaba de 400 ahogados “partidos desde Libia Hacia Italia” en 4 barcos inflables.
La tragedia se registra exactamente un año después de otra, en la que más de 700 refugiados murieron en un hundimiento similar rumbo a Italia.
El cierre de las fronteras en Grecia y la deportación de refugiados hacia Turquía parece haber reabierto las rutas del Mediterráneo, informaros algunos especialistas.
Según el testimonio de Awale Warsame, uno de los sobrevivientes, los barcos se volcaron y solamente 23 se habrían salvado aferrándose por cinco días a los objetos que flotaban
De otro lado, la operación Sofía, lanzada el 28 de junio de 2015 por la Unión Europea en el mar Mediterráneo, permitió el rescate de 13 mil personas en seis meses y la detención de 68 traficantes de seres humanos, señaló la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Por lo que se refiere a ayudar a estas poblaciones en los países de origen evitando así las migraciones, el primer ministro de Italia, Mateo Renzi propuso la emisión de bonos europeos para financiar proyectos de desarrollo en los lugares de emigración, si bien hasta el momento Alemania se mostró contraria. Renzi señaló “que el problema lo tiene que resolver toda la Unión Europea en conjunto”.
Sergio Mora