Con una sola voz, musulmanes y cristianos condenan juntos el cruel acto, hacen un llamamiento a las autoridades del Estado de Sokoto para que averigüen las causas y traten de mantener la calma en el país.
Ciudad del Vaticano, 14 de mayo 2022.- Una violencia injustificada, un crimen condenado por los líderes religiosos musulmanes y cristianos de toda Nigeria, incluida la máxima autoridad, el sultán Saad Abubakar, mientras que el Obispo de Sokoto, el Estado que fue escenario del crimen, no ha dejado de hacer un llamamiento a la calma. Monseñor Mathew Hassan Kukah, conmocionado por el incidente, pide que se haga justicia por un «acto criminal e inhumano que no tiene nada que ver con la religión». Cristianos y musulmanes», añade en un mensaje publicado en la página web de la diócesis, «siempre han coexistido pacíficamente a lo largo de los años».
La locura colectiva
Según los informes, publicados por los medios de comunicación locales, un estudiante acusó públicamente a la joven Deborah Samuel, estudiante de economía, de haber publicado insultos al profeta Mahoma en el chat de un grupo de estudiantes. De ahí el estallido de locura colectiva que tuvo lugar en el Colegio de Educación ShehuShagari, en el estado de Sokoto, en el noreste de Nigeria. Al parecer, los compañeros musulmanes de la joven estudiante cristiana la arrastraron fuera de la escuela donde había buscado infructuosamente refugio y protección, para apedrearla y prenderle fuego. Los autores ya han sido identificados, gracias también a un vídeo que da testimonio de la terrible muerte, confirmado por la policía de Sokoto, mientras que el instituto ha sido cerrado por orden del gobierno de forma indefinida.
ACN en Nigeria: un acto de barbarie que deja sin palabras
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en el país africano dice estar profundamente conmocionada por este «terrible asesinato»: «La situación de extremismo y violencia en el país -escribe en un comunicado- en los últimos años es terrible, escalofriante. Casi todas las semanas hay secuestros y decenas de muertes, pero este acto de barbarie nos deja sin palabras», afirma Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de la Fundación. A continuación, pensamientos para las familias y la comunidad cristiana, y también un llamamiento a la condena unánime contra todas las formas de extremismo».
La difícil situación de Nigeria
En el comunicado, la Fundación también recuerda que «desde 1999, doce estados del norte de Nigeria han adoptado códigos penales de la shari’a, paralelos a los tribunales seculares y consuetudinarios. Muchas leyes de la shari’a en el norte de Nigeria prevén castigos muy severos para la blasfemia, hasta la pena de muerte. Sin embargo, la shari’a garantiza al menos un juicio justo, sin recurrir al linchamiento y la ejecución sumaria, como en el terrible caso de Sokoto, que no es el primero en el país. Según el último informe sobre libertad religiosa de la Fundación ACN, tras 20 años de shari’a, la situación en el norte de Nigeria ha empeorado. La etnia y la religión se han convertido en un medio eficaz para obtener poder, recursos y privilegios. Según el informe de la ACN, «la sharia ha dividido aún más el país».
GABRIELLA CERASO
Vatican News