Once civiles, entre ellos dos menores, y cuatro policías fallecieron el domingo 15 en Masaya tras el ataque de un grupo paramilitar. El vehículo en que viajaba el obispo Abelardo Mata, que participa en el diálogo nacional, fue acribillado a tiros cerca de la capital, Managua
Al menos diez personas –seis civiles, dos de ellos menores de edad, y cuatro policías– fallecieron el domingo en la ciudad de Masaya, a 30 kilómetros al sur de Managua, en ataques realizados por paramilitares. Según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), hubo además una veintena de heridos en los incidentes. El ataque tuvo lugar a primera hora de la mañana, cuando los paramilitares pretendían derribar las barricadas con una excavadora mientras jóvenes opositores las defendían.
También el domingo, coincidiendo con la tercera jornada de paro convocado por Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, morían otras cinco personas como consecuencia de ataques de paramilitares en las localidades de Diriá, Diriomo, Niquinohomo y Catarina.
La Iglesia, al lado del pueblo, no se libró del ataque. El vehículo en el que viajaba el obispo Abelardo Mata, uno de los partícipes en el diálogo nacional, fue tiroteado por un grupo armado apostado en la carretera que une la capital, Managua, con Masaya. El obispo y su conductor resultaron milagrosamente ilesos, pero doce impactos de bala destrozaron los cristales del coche y dos ruedas.
Asesinados en el templo
Mientras, en Managua, 200 jóvenes estaban refugiados de los ataques paramilitares desde el sábado en la parroquia Jesús de la Divina Misericordia. Gracias a la mediación de los obispos de Conferencia Episcopal, fueron evacuados el domingo y se encuentran a salvo en la catedral. Pero el balance final no estuvo exento de muertes: dos jóvenes fallecieron a causa de disparos en el interior de la Iglesia y al menos otros dos fueron heridos. «Para nosotros (como Iglesia católica) es lamentable y hemos dicho en muchas ocasiones: ni un muerto más», señaló el cardenal Brenes ante este hecho.
Con los 15 de ayer, son ya al menos 368 los muertos desde que comenzaron las protestas reclamando la dimisión de Ortega. La Conferencia Episcopal, presidida por el cardenal Brenes, ha emitido un comunicado en el que además de asegurar que continuarán con su papel de mediación en la crisis certifican el recrudecimiento, en los últimos días, de «la represión y la violencia por parte de los paramilitares progubernamentales hacia las personas que protestan cívicamente». Su misión, reiteran, «no se reduce a ser mediadores», sino que «nos hemos visto en la urgencia de asistir a los lugares de conflicto para defender la vida de los indefensos, llevar el consuelo a las víctimas y mediar a fin de lograr una salida pacífica a la situación».
Alfa y Omega
(Foto: AFP)