La libertad de culto para los cristianos del Himalaya está siempre bajo ataque
(ZENIT – Roma).- En Nepal ocho cristianos locales –siete fieles y el pastor– pertenecientes a una comunidad protestante serán procesados con la acusación de haber distribuido copias de Biblias a cristianos de algunas escuelas, en el contexto de un programa de ayudas a las víctimas del terremoto de abril de 2015.
Lo informó la agencia Asia News, precisando que partirá en breve el primer proceso relacionado a una cuestión de libertad religiosa en Nepal, desde la introducción de la nueva Constitución en septiembre del año pasado.
Los ocho imputados resultan por el momento libres, después de haber pagado una caución y quedan esperando el proceso fijado para el 23 de julio próximo.
Según la nueva Carta fundamental del Estado himalayano, cada gesto con una finalidad de evangelización se lo considera proselitismo y perseguido a norma de ley.
El arresto se realizó el 9 de junio pasado, cuando la policía detuvo a los miembros que estaban distribuyendo material religioso a los niños de una escuela de Dolakha, distrito septentrional de Nepal, entre los más afectados por el sisma.
Ellos son acusados de violar el art. 26, inciso 3 de la Constitución, el cual establece que no están permitidos actos “contra la salud pública, la decencia y la moralidad, o minar la paz social o convertir a alguien de una religión a otra”.
Los imputados –siete hombres y una mujer– rechazaron las acusaciones; ellos subrayan que la distribución del texto sagrado fue en la escuela “mixta”, que abrió sus puertas a jóvenes de diversos credos y se relaciona “sólo con los estudiantes cristianos” que “que lo habían pedido” con anterioridad.
Barnabás Shrestha, presidente de Teach Nepal, refiere que durante el arresto los policías querían extorsionar una confesión. Sin embargo, agrega el líder cristiano: “No es verdad” que los detenidos hayan predicado el Evangelio y hecho actos de proselitismo.
Mientras tanto, fuentes locales confirman que la libertad de culto para los cristianos nepaleses está siempre bajo ataque. La semana pasada el gobierno anunció nuevas y pesadas tasas a cargo de las escuelas y de los orfanatos cristianos de Katmandú.
Las autoridades también hablaron de clausuras forzadas y confiscaciones en los casos en los cuales se descubran libros y material cristiano dentro de las estructuras.
Prohibida también la oración comunitaria con los niños y su participación en grupos de escucha y de reflexión sobre la Biblia. Surgieron también graves limitaciones a la libertad de movimiento de asociaciones y Ong cristianas que trabajan en lo social.
Detrás del apriete gubernamental no se excluye la mano del ala nacionalista hindú, todavía ahora contrariada por la elección de la Asamblea constituyente de declarar al país como un Estado laico.