Taller Entre Sesiones Sobre el Derecho a la Paz
(ZENIT).- Mons. Ivan Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, destacó en el Taller que la paz implica mucho más que la ausencia de conflicto y guerra.
El representante de la Santa Sede intervino en el Taller Entre Sesiones Sobre el Derecho a la Paz, celebrado el pasado 14 de junio de 2018 en Ginebra.
Adicionalmente, el prelado enfatizó que, sin la justica entre los hombres, nunca habrá una paz auténtica.
La diplomacia es clave
Mons. Jurkovič reconoció el progreso que la comunidad internacional ha logrado en realizar logros tangibles hacia la paz mundial y destacó que la diplomacia ha sido esencial. Como el prelado dijo, “la diplomacia multilateral, a pesar de sus reveses, ha representado en el último siglo uno de los principales lugares donde las naciones se han esforzado por armonizar sus relaciones”.
Dentro de los intercambios nacionales que se realizan en distintos países, el Observador de la Santa Sede amonestó a los participantes en el taller que los gobiernos tienen el deber de facilitar oportunidades diplomáticas entre sus ciudadanos. Mons. Jurkovič dijo que “los Estados deben esforzarse por cumplir su promesa de hacer posibles los procesos dinámicos y participativos donde se fomenta el diálogo y los conflictos se resuelven en una dinámica de entendimiento mutuo y cooperación”.
La paz requiere justicia
El prelado también recordó en la reunión que los diálogos diplomáticos más exitosos se han edificado sobre la base de ciertos principios fundamentales. Como indicó el Observador Permanente, “estas conversaciones se deben realizar de acuerdo con los dictados de verdad, justicia, cooperación voluntad, y libertad”.
Más que un estado estático –continuó Mons. Jurkovič,– la paz es un proceso continuado en realizar la justicia en todos los niveles de las relaciones humanas. El prelado dijo que la paz se “está formando por esfuerzos dirigidos día tras día hacia el establecimiento del orden universal querido por Dios, con una forma más perfecta de justicia entre los hombres”. También agregó que este esfuerzo nunca termina hasta que llegamos a Dios, nuestro fin.
El desarrollo y la paz
Mons. Ivan Jurkovič concluyó que la Santa Sede está comprometida con una paz auténtica, porque solo con alcanzando la paz es posible llegar a un desarrollo integral del hombre.
Parafraseando al Papa Beato Pablo VI: “El nuevo nombre de la paz es el desarrollo”, Mons. Jurkovič habló de “un desarrollo que respeta integralmente a cada ser humano”, que incluye “la libertad personal inalienable, que reconoce la llamada que cada hombre tiene a descubrir y a reconocer la ley moral que está escrita en la misma naturaleza humana”.
Sin estos valores, una paz auténtica y permanente no puede existir ni perdurar, añadió el Observador Permanente del Vaticano en Ginebra.
Richard Maher
Imagen: Mosaico de Ntra. Sra. de la Paz y Reconciliación
en el Santuario Nacional en Washington, DC
(© Richard Maher)