El obispo auxiliar de Madrid presidió la X Vigilia de oración con los trabajadores que sufren la crisis
«El desempleo y el empleo precario no son meramente un problema de números. Es Luisa, Gerard, o Pablo. Son historias concretas, porque con ellos sentimos y aprendemos a ver que el trabajo construye a la persona, la realiza y la inserta en el proyecto de la creación», dijo monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, durante la X Vigilia de oración con los trabajadores que sufren la crisis, celebrada el sábado en la parroquia Nuestra Señora de las Angustias con la organización de las vicarías de Pastoral Social e Innovación y de Acción Caritativa.
«No podemos asumir una mirada que vea al trabajo como una mercancía más dentro de los procesos de producción. El trabajo no es un instrumento para ganar dinero o para ahorrar costes», alertó José Cobo, porque «un mal trabajo hiere la dignidad humana, y si el trabajo falta se roba la dignidad a la persona y a la familia».
Durante la vigilia, puso la mirada en la realidad de tantas personas que padecen la falta de trabajo, e invitó a los presentes a reflexionar: «¿Nos sentimos responsables con nuestra forma de vivir, de consumir, de comprar o de contratar?»
Por eso, desde una lectura creyente, reclamó «una cultura del trabajo vivido desde la fe en nuestras comunidades», en la que cada cual sea «levadura en las realidades laborales», porque «si nuestro Dios ha dado esta dignidad al trabajo, es tarea de la Iglesia ocuparse de los derechos del trabajador y dotar a los cristianos de una espiritualidad consecuente con este plan divino», lo que conlleva «actitudes de vida más austeras y modelos de consumo más sostenibles».
Junto a ello, monseñor José Cobo pidió «ayudar a desmontar los factores que generan el desempleo», sin descartar incluso «entrar en política y trabajar con quienes ya se están moviendo en la sociedad civil», de modo que se puedan «inventar sistemas de trabajo y de distribución de renta que no solo se vinculen al trabajo productivo».
Por último, solicitó a todos colaborar en la creación de «una economía solidaria que nos lleve a repensar el trabajo y dar paso a nuevas formas de empleo», ya que todos «somos manos y pies del Resucitado para aprender a reconocer dónde nos sigue mostrando sus manos y pies».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
(Foto: Cáritas Madrid)