Mientras crece en el país el número de afectados por el Earl, la Iglesia abre sus puertas
Prosigue el recuento de daños y de las víctimas en México tras el paso de huracán Earl. Las autoridades han hablado de al menos 45 víctimas. El balance está destinado a aumentar, visto el alto número de personas desaparecidas en los Estados más golpeados de Puebla, y Veracruz, en la zona centro-oriental del país.
Para ayudar a las víctimas, la Iglesia ha reaccionado. El cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, ha expresado “cercanía, oración y apoyo”. Después de haber encomendado el trabajo a quien lo necesita a la Virgen María, el purpurado ha deseado que en todo el pueblo surjan sentimientos de “caridad y generosidad hacia los que están sufriendo”.
En esta misma línea, el arzobispo de Pueblo, monseñor Víctor Sánchez Espinosa, ha exhortado a todos los sacerdotes del Estado a abrir las puertas de las Iglesias para acoger a los afectados y permitir los trabajos de rescate. En los días pasados, el papa Francisco, a través de un mensaje firmado por el cardenal Pietro Parolin, había expresado solidaridad por el “amado pueblo mexicano”.