Con ocasión del Congreso Eucarístico nacional en Antsiranana, el Papa Francisco dirigió un mensaje a la Conferencia Episcopal de Madagascar con el que saluda esta iniciativa destinada a “redescubrir el sentido de la adoración eucarística y el deseo de pasar tiempo con Cristo”. El Obispo de Roma pide a los participantes que lleven esperanza a las “personas desanimadas” por el futuro.
Ciudad del Vaticano, 23 de agosto 2024.- Del 23 al 25 de agosto, los católicos malgaches de l’Île-Rousse se reúnen en Antsiranana, ciudad portuaria del norte del país. Con este motivo, el Papa envió este 23 de agosto una carta a monseñor Marie Fabien Raharilamboniaina, presidente de la Conferencia Episcopal de Madagascar.
“Aliento esta iniciativa, que pretende que los hijos e hijas de sus comunidades cristianas vuelvan a lo esencial, ayudándolos a redescubrir el sentido de la adoración eucarística y el gusto de pasar tiempo con Cristo”, escribe el Santo Padre.
“Es un proceso que los ayudará a cada uno a crecer como los cristianos que están llamados a ser cada vez más”
En su mensaje el Santo Padre subraya que este Congreso Eucarístico coincide no sólo con “la celebración del centenario del Movimiento Eucarístico Juvenil”, sino también con la conclusión este año del Sínodo sobre la Sinodalidad. Escribe Francisco:
“Que los ayude a redescubrir la importancia de encontrarse, rezar y comprometerte con los demás y por los demás siguiendo las huellas de Jesús en la Eucaristía. Cuando han encontrado a Cristo en la adoración, cuando lo han tocado y recibido en la celebración de la Eucaristía, ya no pueden guardarlo para sí, sino convertirse en misioneros de su amor para los demás”
El Papa concluye su mensaje deseando a la Conferencia Episcopal de Madagascar un fructífero encuentro: «Que este Congreso eucarístico los ayude a todos y a cada uno a cultivar sentimientos de caridad y solidaridad hacia todos, y especialmente hacia los que sufren, para quienes el camino de la vida se hace cada día más difícil».
Hay muchos “desanimados que miran al futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera traerles la felicidad”, añade el Pontífice, refiriéndose a la Bula de convocación del Jubileo ordinario del año 2025 (Spes non confundit).
“Llévenles la esperanza del Señor, sean testigos de su compasión y de su amor misericordioso”
ALEXANDRA SIRGANT