Desde el 1 de febrero, el Parque Torrelodones de la localidad cuenta con un olivo “En memoria de las víctimas del Holocausto”, tal y como reza la placa situada junto árbol
Este es el segundo año que el Ayuntamiento organiza un acto en recuerdo de las víctimas del exterminio. “Por la fuerza de las armas, los nazis y sus cómplices fueron capaces de proceder al exterminio físico de millones de inocentes, pero nada pudieron hacer frente al coraje y la resistencia que sus víctimas opusieron para defender su propia dignidad”, ha dicho Anastasia, estudiante de 4º de la Eso del IES Margarita Salas, cuyos alumnos se han sumado al homenaje.
Ellos han sido los encargados de encender seis velas ante el monolito en recuerdo de los seis millones de judíos asesinados; del millón y medio de menores de 16 años asesinados; de las minorías asesinadas; de los Justos entre las Naciones que arriesgaron sus vidas para salvar a muchos perseguidos; en recuerdo de los supervivientes y por la preservación de la memoria de las víctimas.
El Alcalde, Narciso de Foxá, ha presidido el acto junto al Rabino, Moises Bendahan; Diego Smulovitz, Director General de la Comunidad Judía de Madrid; Ramón de Albert, Gerente del Centro Sefarad-Israel; Hagit Mualem, Consejera de Cultura de la Embajada de Israel en España; el Equipo de Gobierno y representantes de todos los grupos políticos municipales.
En su discurso, De Foxá ha señalado que “setenta y dos años después de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz y de la derrota del nazismo, seguimos teniendo la obligación ineludible de mantener viva la memoria de las víctimas, tanto de la Shoá como de otros genocidios y crímenes contra la humanidad”. Además, ha añadido que “el Holocausto dejó lecciones universales que debemos enseñar en los colegios e institutos como una eficaz herramienta para prevenir y evitar la futura comisión de actos genocidas. Las lecciones que dejó el Holocausto servirán para seguir combatiendo el odio y la intolerancia de cualquier tipo y por eso tenemos ahora la tarea inexcusable de educar, prevenir y extender los valores democráticos de paz, justicia, libertad y tolerancia como garantía de respeto y de convivencia”. Durante la bendición del olivo el Rabino destacó “que este árbol simbolice la Paz y la permanencia y que sirva de condena para todas las formas de genocidio”. Tras sus palabras la cantante judía Nora Usterman interpretó la canción hebrea “Elí, Elí”, “Mi Dios, Mi Dios”.