Consejo General de Roma celebra la decisión tomada un año atrás, al juntar los países de Argentina, Chile y Paraguay en una nueva provincia, creando también la región Perú-Bolivia
(ZENIT – Buenos Aires).- Los cambios siempre son necesarios y en el caso de una congregación religiosa, esto le trae oxígeno y una motivación nueva. Así lo ha visto la Casa General en Roma de la Sociedad de San Pablo, o “los paulinos” como se le conoce a quienes acuden a sus librerías y los escuchan por los medios de comunicación. Es por esto que en los recientes días se ha conmemorado el primer año de la conformación de la nueva provincia del Cono-Sur (Argentina-Chile-Paraguay), después de un reacomodo que permitió crear también la región andina Perú-Bolivia.
A modo de evaluación de esta primera etapa querida por los superiores de Roma y aceptada por los religiosos de la provincia como un modo de “salir”, ofrecemos una entrevista al padre Martín Dolzani, superior provincial en ejercicio.
Aplicando las herramientas modernas de medición, ¿considera que este primer año de la nueva provincia fue “muy satisfactoria”, “medianamente satisfactoria”, o “insatisfactoria”?
–Martín Dolzani: No es fácil entregarte una evaluación sobre una realidad que comienza, formando ya parte de un proceso de cambios geográficos. Pero no dudo, veo positiva la iniciativa de la nueva realidad provincial de nuestra Congregación…
¿Por qué?
— Martín Dolzani: Porque son países más cercanos geográfica y culturalmente. He comprobado que la realidad paraguaya tiene mucho de similar con la realidad del litoral argentino. Desde Buenos Aires, un vuelo de avión a Santiago de Chile y Asunción queda casi a la misma distancia. Además el haber llevado a Asunción la comunidad con la primera etapa vocacional es una buena promesa, porque en la crisis general de las vocaciones, Paraguay significa una excelente oportunidad. Hace unos días estuve en la misa de apertura del año escolar en la Universidad Católica de Asunción, donde el Arzobispo dio a conocer el ingreso de sesenta seminaristas al Seminario.
¿Desde cuándo se gestó este cambio de dejar al Perú y Bolivia con su propia región, y ampliar la que hoy se denomina Argentina-Chile-Paraguay?
–Martín Dolzani: El cambio se genera desde el último Capítulo general de la Congregación (febrero de 2015), que pidiera al Gobierno general reconsiderar la realidad geográfica de la Congregación. Además, el mismo Superior general, padre Valdir José de Castro, nos convocó a una Asamblea provincial extraordinaria, en julio de 2015, para plantear los proyectos que se venían ya gestando. Allí tuvimos la ocasión de expresar nuestro parecer. Sin dudas que una parte se inclinaba por aquello que sucedió con mi nombramiento como Superior provincial.
¿A qué quiere responder este cambio?
–Martín Dolzani: El cambio obedece a lograr una mayor presencia de nuestra misión y carisma en el cono sur de nuestro Continente sudamericano. También Perú está más cerca de Bolivia, en su realidad geográfica y cultural. Y la idea no es separarnos de la nueva Región Perú-Bolivia sino más bien de mantenernos unidos en el apostolado con el uso de los medios de la comunicación social.
Mucho se habla que los religiosos obedecen… ¿Este cambio fue en obediencia a los superiores, o ante una coyuntura específica que exigía una respuesta? De ser así, ¿cuál fue esa coyuntura?
–Martín Dolzani: Por lo dicho, entiendo que el cambio obedece como respuesta a la realidad geográfica y cultural que exige una mayor respuesta. Está claro que el Superior general, con su Consejo, tuvo que tomar una decisión. Y cuando estas vienen tomadas siempre existen aplausos y resistencias. Claro que hay que aceptar en la obediencia el camino indicado, pensando en el bien común más que el bien propio.
Todo recambio crea la expectativa de que vendrán tiempos nuevos. ¿Qué se puede esperar de la nueva provincia Argentina-Chile-Paraguay en relación a contenidos y nuevos medios de expresión?
–Martín Dolzani: Los cambios no vienen por milagro. Creo que los mismos vienen con el trabajo de todos los días. Por ahora seguimos con lo que tenemos… pero ya estamos ajustando los nuevos proyectos apostólicos, vocacionales y formativos, inspirados en el Objetivo de nuestro Capítulo programático. Queremos expresar con san Pablo: “Todo lo hago por el Evangelio (1Cor 9,23). Ante los nuevos signos de los tiempos y reconociendo las abundantes riquezas de la misión paulina, renovamos nuestro compromiso para responder a los desafíos que nos ofrece la cultura contemporánea…”.
El papa Francisco insiste mucho en la coherencia de la vida diaria de los religiosos siguiendo los consejos evangélicos. ¿Cómo han asumido los paulinos del Cono Sur este mensaje reiterado del santo padre?
–Martín Dolzani: El papa Francisco nos motiva a re proyectar nuestra editorial San Pablo y que esta sea “en salida”… Sentimos el llamado de Dios a llegar a todos los rincones del estos tres países, incluyendo además a Uruguay donde ya se ha instalado una librería, hace unos dos años. Somos conscientes que no es solo producir mensajes con los medios de comunicación. La primera exigencia requiere dejarnos transformar por Quien nos llama, consagra y envía en misión. Somos una congregación misionera. Claro que una misión muy diversa a las de las misiones tradicionales. Una misión que se hace en el papel, en un audio, en una foto, en la web, o de una voz que incluso va más allá de los límites geográficos.
Hoy en Argentina, Chile y Paraguay la gente viene reclamando en las calles por una mejor calidad de vida… ¿Cuál es el aporte del pensamiento del beato Santiago Alberione, fundador de los paulinos, para la sociedad contemporánea?
–Martín Dolzani: Los reclamos populares de nuestros países, los respondemos con nuestros productos editoriales. Nuestro Fundador nos indicaba que así como en los conventos o parroquias se reparte un plato de comida nosotros tenemos que repartir el pan de la verdad. Una verdad que debe ayudar a cambiar las realidades de injusticias.
Viendo en específico lo que se viene dando en la economía argentina, cargada de ajustes fiscales, encarecimiento de productos y pérdida de empleos…, ¿la obra de la Sociedad de San Pablo en el país gaucho, se siente afectada por estos problemas? En este caso, ¿qué medidas se vienen implementando para que no disminuyan las preferencias de los lectores y usuarios?
–Martín Dolzani: Sea en Argentina, como en los demás países, nos sometemos a las leyes del mercado. Vivimos de nuestro trabajo. No recibimos donativos, ni ayudas estatales. De allí que los cambios de políticas económicas y fiscales nos afecten… nos debemos hacer del ingenio, con la confianza puesta en Dios. Padecemos lo mismo que los empresarios y negocios que invierten con otros fines. No faltan momentos en que nos cuesta pagar o cobrar. A nuestros usuarios les advertimos de nuestros aumentos, pero no es para acumular riquezas, sino para seguir vivos en la misión encomendada.
Finalmente, ¿cómo ve a la nueva provincia dentro de un año?
–Martín Dolzani: Quisiera que nos encuentre mejor que hoy en vocaciones, en librerías propias, en espíritu misionero. Tengo muchos sueños y esperanzas. Personalmente me motiva pensar que mucho de lo que se logrará será por las Abundantes Riquezas que Dios piensa entregarnos, y ojalá le correspondamos.
José Antonio Varela
Imagen: El padre Martín Dolzano
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